El conservador Mauricio Macri, candidato presidencial por la oposición en Argentina, prometió este sábado trabajar para unir el país polarizado tras 12 años gobernado por el matrimonio Kirchner, al lanzar su campaña a tres semanas de las elecciones del 25 de octubre.

Segundo en los sondeos por detrás de Daniel Scioli, el candidato apoyado por la presidenta Cristina Kichner, Macri lanzó una batería de críticas a la mandataria al presentar entre miles de seguidores su campaña en el estadio de Ferro, en el corazón de la capital argentina.

El líder del partido opositor Propuesta Republicana (PRO) y alcalde saliente de Buenos Aires, se rodeó de los principales aliados en el frente conservador Cambiemos.

Con sus compañeros políticos enfatizó que con ellos supieron “dialogar y construir más allá de las diferencias históricas”, dijo Macri sobre la composición de la alianza conservadora Cambiemos, integrada por socialdemócratas (radicales) y social cristianos (Coalición Cívica)”.

“Tenemos que dar el paso de incluir, de representar a ese más de 60% de los argentinos que quieren un cambio”, dijo este empresario exitoso, de 56 años e hijo de una las familias más ricas de Argentina.

“Me refiero a los socialistas, a la izquierda, a los peronistas que no están de acuerdo con el kichnerismo”, agregó en referencia al proyecto de centroizquierda que inició en 2003 el fallecido Néstor Kirchner y continuó desde 2007 su esposa -viuda desde 2010-.

No a las cadenas

Uno de los momentos más aplaudidos por los seguidores de Macri fue cuando prometió no usar las cadenas nacionales por radio y televisión.

“Cuando sea presidente no voy a hablar y hablar por cadena nacional”, dijo en referencia a las más de 40 transmisiones que ha realizado en 2015 la presidenta Kirchner.

También aseguró revelar cifras oficiales “reales” de inflación y pobreza, dos índices en tela de juicio por la oposición, luego que el propio FMI cuestionara la metodología hace dos años y que fue corregida.

En cuanto a la pobreza, el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INDEC) corresponde al primer semestre de 2013, cuando la medición arrojó que el 4,7% de los argentinos eran pobres (1,8 millones de personas), aunque la oposición cuestiona la medición.

El gobierno alega que no las divulga porque requiere un ajuste metodológico.

Macri prometió que no va a “mentir ni con el INDEC ni con la inflación ni con la pobreza ni con nada. Porque gobernar es decir la verdad”, cerró entre vítores y aplausos.

El candidato conservador realizó este acto un día antes de que se realice un debate entre candidatos presidenciales, el primero en su tipo en este país, pero al que no asistirá Scioli, el favorito.

El viernes un último sondeo mostró que Daniel Scioli, gobernador de la poderosa provincia de Buenos Aires empieza a tener posibilidades reales de ganar en primer vuelta el 25 de octubre.

Según la ley argentina Scioli necesita obtener el 45% de los votos o más del 40% con una distancia de 10 puntos, escenario este último en el que lo ubica la encuesta de la consultora Ricardo Rouvier y Asociados.

De acuerdo a este estudio, Scioli tiene el 41,3% de la intención de voto, seguido de Macri, con 30,5%.