Consejo de la Cultura realizó Primer Encuentro Nacional de Bailes Chinos tras su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad

Primer Encuentro Nacional de Bailes Chinos. Foto: Juan Manuel Guajardo
Primer Encuentro Nacional de Bailes Chinos. Foto: Juan Manuel Guajardo
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Este domingo se reunieron más de 100 representantes de la primera expresión del patrimonio cultural inmaterial de Chile en ingresar a la lista representativa Unesco. Los asistentes trabajaron en su Plan de Salvaguardia.

A casi diez meses desde que la Unesco declarara los Bailes Chinos como Patrimonio de la Humanidad, marcando todo un hito para el patrimonio cultural inmaterial nacional, el Consejo de la Cultura logró reunir este domingo a más de 100 cultores de esta expresión en el Primer Encuentro Nacional de Bailes Chinos, realizado en Mantagua, Región de Valparaíso.

Hasta allí llegaron representantes de agrupaciones de las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, quienes durante el día trabajaron en el Plan de Salvaguardia para estas cofradías, documento que una vez sistematizado será entregado al Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, para avanzar en su cumplimiento.

“Desde la inscripción de los Bailes Chinos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad hasta la fecha, hemos avanzado muchísimo. Este encuentro es parte de los compromisos establecidos por el Gobierno de la Presidenta Bachelet en materia de identificación, registro y reconocimiento de esta importante manifestación de la cultura popular de nuestro país”, afirma el Ministro Ottone.

Los Bailes Chinos son la primera expresión del patrimonio cultural inmaterial chileno en ser declarados Patrimonio de la Humanidad.

Durante la jornada, el Consejo de la Cultura hizo entrega simbólica del diploma Unesco a Carlos Figueroa, del Baile N°1 Barrera, de la Región de Coquimbo, quien en representación de los Bailes Chinos reconoció que este encuentro es “un orgullo para nosotros, porque podemos compartir experiencias y comprobar que pese a no conocernos, tenemos muchas cosas en común. A todos nos mueve la fe, la traición y el deseo de que esto perdure en las nuevas generaciones”.

Junto con la elaboración de este Plan de Salvaguardia, los asistentes -muchos de los cuales por primera vez salían de su territorio de origen- tuvieron la oportunidad inédita de compartir testimonios con sus pares de otras regiones, conocer los términos de la declaratoria Unesco, sus implicancias, su rol como portadores del patrimonio cultural inmaterial del país, entre otros aspectos abordados durante las mesas de trabajo.

Tras la declaratoria Unesco, la materialización de este primer encuentro nacional es el resultado de casi un año de trabajo encabezado por el Consejo de la Cultura en seis regiones del país. Éste incluye la edición del libro “Será hasta la vuelta de año”, a cargo del Departamento de Patrimonio Cultural del CNCA. Se trata de una investigación histórica y antropológica sobre las cofradías de músicos danzantes devotos del Norte Chico y la zona central de Chile, que expresan su fe a través de la música, el baile y el canto. Casi tres mil de estos ejemplares fueron entregados a los “chinos” durante la celebración de festividades propias de cada región.

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Este domingo se reunieron más de 100 representantes de la primera expresión del patrimonio cultural inmaterial de Chile en ingresar a la lista representativa Unesco. Los asistentes trabajaron en su Plan de Salvaguardia.

A casi diez meses desde que la Unesco declarara los Bailes Chinos como Patrimonio de la Humanidad, marcando todo un hito para el patrimonio cultural inmaterial nacional, el Consejo de la Cultura logró reunir este domingo a más de 100 cultores de esta expresión en el Primer Encuentro Nacional de Bailes Chinos, realizado en Mantagua, Región de Valparaíso.

Hasta allí llegaron representantes de agrupaciones de las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, quienes durante el día trabajaron en el Plan de Salvaguardia para estas cofradías, documento que una vez sistematizado será entregado al Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, para avanzar en su cumplimiento.

“Desde la inscripción de los Bailes Chinos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad hasta la fecha, hemos avanzado muchísimo. Este encuentro es parte de los compromisos establecidos por el Gobierno de la Presidenta Bachelet en materia de identificación, registro y reconocimiento de esta importante manifestación de la cultura popular de nuestro país”, afirma el Ministro Ottone.

Los Bailes Chinos son la primera expresión del patrimonio cultural inmaterial chileno en ser declarados Patrimonio de la Humanidad.

Durante la jornada, el Consejo de la Cultura hizo entrega simbólica del diploma Unesco a Carlos Figueroa, del Baile N°1 Barrera, de la Región de Coquimbo, quien en representación de los Bailes Chinos reconoció que este encuentro es “un orgullo para nosotros, porque podemos compartir experiencias y comprobar que pese a no conocernos, tenemos muchas cosas en común. A todos nos mueve la fe, la traición y el deseo de que esto perdure en las nuevas generaciones”.

Junto con la elaboración de este Plan de Salvaguardia, los asistentes -muchos de los cuales por primera vez salían de su territorio de origen- tuvieron la oportunidad inédita de compartir testimonios con sus pares de otras regiones, conocer los términos de la declaratoria Unesco, sus implicancias, su rol como portadores del patrimonio cultural inmaterial del país, entre otros aspectos abordados durante las mesas de trabajo.

Tras la declaratoria Unesco, la materialización de este primer encuentro nacional es el resultado de casi un año de trabajo encabezado por el Consejo de la Cultura en seis regiones del país. Éste incluye la edición del libro “Será hasta la vuelta de año”, a cargo del Departamento de Patrimonio Cultural del CNCA. Se trata de una investigación histórica y antropológica sobre las cofradías de músicos danzantes devotos del Norte Chico y la zona central de Chile, que expresan su fe a través de la música, el baile y el canto. Casi tres mil de estos ejemplares fueron entregados a los “chinos” durante la celebración de festividades propias de cada región.