Alrededor de 150 millones de pesos costará el proyecto que busca comprobar si la macroalga Macrocystis Pyrifera, más conocida como Huiro Canutillo, puede ser una solución en materia de biorremediación ambiental y posible fuente laboral para quienes viven del mar en la zona de Puchuncaví.

Loreto Contreras, profesora asociada de la Facultad de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad Andrés Bello, informó que se cultivarán algas en tres áreas de manejo ubicadas en Ventanas, Maitencillo y Horcón.

El objetivo es evaluar su comportamiento y si son capaces de crecer en el medio adverso que ofrece la bahía de Quintero con presencia de contaminantes y además, determinar la capacidad de bioacumulación de metales pesados que poseen, explicó.

Si bien este es un proyecto que recién comienza, el alcalde de Puchuncaví, Hugo Rojas, valoró la iniciativa que espera que pueda entregar los resultados que se proyectan y ser quizás -junto con una medida de biorremediación- una fuente alternativa para quienes trabajan en el mar.

La seremi de Medio Ambiente, Tania Bertoglio, valoró el comienzo de este proyecto y afirmó que es el pie inicial del trabajo junto al mundo académico para buscar mejorar las condiciones en este territorio que mantiene presencia de contaminantes.

El proyecto denominado “Cultivo de alga parda Macrocystis Pyrifera en la zona de Quintero y Puchuncaví: Evaluación de la productividad y potencial uso para biorremediación de metales pesados y compuestos orgánicos” se enmarca, agregó, en el Programa de Recuperación Ambiental y Social de Quintero y Puchuncaví.