Aunque Miley Cyrus acaparó las miradas con sus llamativos trajes, Taylor Swift fue quien se convirtió en la gran reina de los premios MTV Video Music Awards.

La cantante no sólo llevó el trofeo a Mejor Video del Año por Bad Blood, sino que también estrenó el clip de su último single Wildest Dreams y se reencontró con dos de sus “enemigos” mediáticos: Nicki Minaj y Kanye West.

Poco antes del inicio del espectáculo, se lanzó en redes sociales el nuevo videoclip de la cantante protagonizado por Scott Eastwood (hijo del actor Clint Eastwood). Inspirado en la historia de Memorias de África, la pareja fue dirigida por Joseph Kahn, quien ya había trabajado con la artista en Bad Blood.

Las imágenes rápidamente se convirtieron en un éxito y en menos de un día, consiguió casi tres millones de reproducciones en YouTube.

Pero eso sólo fue el comienzo de una gran noche, ya que desde su llegada a la alfombra roja del teatro Microsoft de Los Ángeles, todos los medios de comunicación se rindieron a sus pies. La joven de 25 años apareció junto a parte del escuadrón de amigas con las que trabajó en el video de Bad Blood. Juntas posaron para todos los paparazzi que dejaron de lado por un instante al resto de las celebridades.

Entre las chicas se encontraba Gigi Hadid, Martha Hunt, Hailee Steinfeld, Cara Delevingne, Selena Gómez, Serayah, Mariska Hargitay, Lily Aldridge y Karlie Kloss.

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Con el inicio del espectáculo Swift se reencontró sobre el escenario con Nicki Minaj, en una presentación con la que limaron asperezas luego de enfrentarse en una mediática pelea por Twitter.

Recordemos que Minaj escribió que su video “Anaconda” no había sido nominado para Video del Año a causa de los prejuicios contra las mujeres afroestadounidenses y que la industria musical era partidaria de las mujeres “muy delgadas”. Ante esto, Swift -quien acaparó las candidaturas- respondió: “No es algo propio de ti enfrentar a las mujeres entre sí. Puede haber sido uno de los hombres el que ocupara tu lugar (en la lista de nominados)”.

Para finalizar definitivamente la polémica, ambas cantantes se subieron al escenario para interpretar juntas dos de sus éxitos: The Night Is Still Young y Bad Blood.

El espectáculo terminó con un abrazo.

Más avanzada la noche, la intérprete Shake It Off se reencontró con el rapero Kanye West, con quien tuvo un enfrentamiento en 2009 y sobre el mismo escenario. Ese año, cuando Swift fue a recoger su premio de Mejor Video de Interprete Femenina, West subió tras ella, le arrebató el micrófono y protestó por la injusticia que se había cometido. Para él, Beyoncé debió haber ganado y todo el mundo debía saberlo.

En esta ocasión el músico que recibió el premio vanguardista por su carrera y volvió a disculparse con la cantante.”Aquella noche el efecto que tuvo en la gente… eso se quedó. La contradicción es que yo lucho por los artistas, pero en esa lucha le falté el respeto a una artista. No supe cómo decir lo correcto o lo perfecto”, dijo.

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A pesar de las disculpas, West se tomó el tiempo para seguir bromeando con Taylor y se hizo el dormido mientras la cantante realizaba su discurso de aceptación por el premio.