La policía china detuvo a 12 personas por las potentes explosiones que mataron a 139 personas y devastaron una parte de la ciudad portuaria de Tianjin a mediados de agosto.

La agencia de prensa Xinhua dijo que entre los arrestados se encuentran el presidente y altos directivos de la compañía, cuyo almacén de productos químicos explotó el 12 de agosto en Tianjin, desencadenando el peor accidente industrial del país en años.

Por su parte, el ministerio público chino informó en su página web que los fiscales de la ciudad están investigando a 11 funcionarios por “abuso de poder” y “negligencia en el cumplimiento del deber” en el caso de las explosiones, que también hirieron a centenares de personas.

La detención llegó días después de permanecer en arresto policial y cuando el caso pasa a los fiscales con un juicio y una condena casi garantizados.

Más de 500 personas permanecen hospitalizadas tras las potentes explosiones, que dejaron edificios destruidos y coches quemados.

El incidente desató una oleada de indignación generalizada ante eventuales violaciones de las normas de seguridad por parte de la empresa y la posible connivencia con los funcionarios públicos. 

Asimismo, las explosiones también alimentaron el temor de que se emitan elementos contaminantes al agua y el aire de la ciudad, que tiene una población de unos 15 millones de habitantes.