Pese a ser países vecinos, la diferencia en la esperanza de vida entre Chile y Bolivia es de un 12%, el porcentaje más alto entre dos naciones sudamericanas.

Según afirma BBC Mundo en uno de sus reportajes, un bebé que nazca hoy en Chile (si se mantienen los estándares actuales) puede vivir alrededor de 80 años (77 años si es hombre y 83 si es mujer, según datos de la Organización Mundial de la Salud). No así si el mismo menor nace en Bolivia, país que según las misma OMS no viviría más allá de los 68 (65 años en el caso de los hombres y 70 en el de las mujeres).

Tales diferencias radican en que por estos días Chile está dentro de los países más ricos del continente, mientras que la nación liderada por Evo Morales es considerada como una de las con mayor pobreza a nivel continental.

Pero ese es solo uno de los tantos factores, pues si fuera por riqueza habría que analizar seriamente el caso de Cuba y Costa Rica, que pese a carecer de una alta economía, posee las esperanzas de vida más altas del continente.

“Para entender la diferencia existente entre estas dos naciones hay que tener en cuenta el Producto interno bruto per cápita, que en el caso de Chile es de US$22.333 y para Bolivia es de US$6.449″, lo indica a BBC Mundo Angela Donkin, investigadora del Instituto de Equidad en Salud del University College (Londres).

Y como todos lo sabemos, un mejor sueldo implica acceder de forma temprana a la vivienda, tener una mejor educación y a la vez, acceder a un mejor sistema de salud. Factores que mejoran de forma considerable la salud general, reduciendo de manera plena la mortalidad. Pobreza que para Bolivia ha incidido históricamente en el problema de la alimentación de los niños, al deficiente saneamiento urbano en muchas zonas y a la ausencia de un sistema de seguridad social sólido.

Sin embargo, la importancia del PIB como factor determinante en la esperanza de vida va disminuyendo a medida que los países son más ricos. “A partir de los US$10.000 o US$15.000 al año de PIB per cápita, se vuelve menos importante”, señala Donkin.

Pese a todos los esfuerzos actuales, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Bolivia ha logrado aumentar la esperanza de vida en 14 años en los últimos 30 años. Sin embargo, hay una serie de factores que inciden en la calidad que según expertos se deben considerar.

Mayor mortalidad a temprana edad

Una de las cosas que no deja a nadie indiferente al analizar los datos entregados, es que la diferencia en esperanza de vida entre Chile y Bolivia disminuye al llegar a edades más altas.

“El cálculo que más impacta es en el tipo de muertes de los menores a edad temprana”, indicó Gerardo De Cosío, de la Unidad de Información y Análisis de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Frente a eso, hay que considerar que en 2013, la tasa de mortalidad infantil estimada por Naciones Unidas (Bolivia no proporciona datos) fue de 31 por cada 1.000 nacidos vivos; en cambio en Chile fue de 7,4 por el mismo número de nacimientos.

Frente a este tema que preocupa a la población, Marinella Mazzei, socióloga y demógrafa de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile y experta en esperanza de vida, señala una serie de factores que influyen en la tasa de mortalidad de los niños en chilenos que en parte Bolivia carece.

- El saneamiento básico
- La educación gratuita y universal hasta la secundaria
- El desarrollo de la salud pública desde la década de los 50
- La elevada cobertura de vacunación

Pese a ello, la mejora en Bolivia ha sido considerable en los últimos años, puesto que en el año 2000 esa misma tasa fue de 57 por cada 1.000.

FLICKR | M a n u e l

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Mortalidad materna

El número de muertes de menores, tiene directa relación con la mortalidad materna, y en esta área Bolivia tiene una de las más altas del continente.

Pues según la OPS estima que ese tipo de muerte en Bolivia es de 200 por cada 100.000 nacidos vivos, frente a los 22 de Chile. Con relación a esta temática, el Ministerio de Salud de Bolivia, destaca que la mortalidad de las madres durante el parto, el embarazo y el postparto disminuyó en los últimos años, y que hoy se sitúa en los 185 por cada 100.000.

Uno de los factores que más incide en la mortalidad materno-infantil es el contexto en el que se producen los partos, donde la tasa media de atención de los nacimientos por profesionales en Bolivia es del 73,5%, según datos de la OPS de 2012. Si hay que destacar que muchos nacimientos de niños bolivianos no son atendidos por profesionales especializados en el área.

“En Chile, el 99,8% de los partos son atendidos por profesionales”, afirma la profesional de la Universidad de Chile a diferencia del vecino país, donde hay importantes desigualdades en la atención, si hace 7 años atrás solo el 43,7% de los partos en las zonas rurales tenían lugar en instalaciones sanitarias, frente al 87,7% en zonas urbanas. Cifras insólitas que no dejan a nadie indiferente.

A ello hay que sumar que la tasa de fertilidad es baja: 1,8 hijos por mujer en edad reproductiva, mientras que en Bolivia es de 3,2.

Muertes por enfermedades de transmisión

En algunos países todavía muchas muertes se deben a enfermedades infecciosas o transmisibles, mientras que en otros, las principales causas tienen que ver con enfermedades crónicas y degenerativas.

La transición epidemiológica lleva consigo un aumento de la esperanza de vida basado en un descenso de la mortalidad infantil.
“Cuando la gente muere por enfermedades infecciosas, suele hacerlo a edades más tempranas”, explica José Antonio Escamilla, de la Unidad de Información y Análisis de la PAHO. En este escenario, Bolivia está en un periodo de transición, en que las principales causas de muerte todavía son la influenza y la neumonía.

Porcentaje del PIB que se gasta en salud

Uno de los datos que contemplan los especialistas de la OPS para explicar la diferencia en la esperanza de vida entre ambos países, radica en el gasto en salud como porcentaje del PIB.

En este apartado existe una notable diferencia de dos puntos porcentuales, pese a que debido a otras necesidades, Bolivia invierte un mayor porcentaje del PIB en salud, y donde se produce la real diferencia es en el gasto privado.

Bolivia gastó US$174 dólares por persona entre 2013, según datos del Banco Mundial, mientras que Chile gastó US$1.204 por persona en el mismo periodo.

Sin embargo, el Estado boliviano viene haciendo un gran esfuerzo en los últimos años para aumentar el gasto en salud y así disminuir aquellas tasas de muerte infantil.