Leí varias veces las declaraciones de Pablo Courard, director de Alta Comunicación, en la revista SÁBADO. Buscaba llegar al fondo de sus palabras, desmenuzarlas y entender por qué alguien dedicado a la comunicación (del mundo de la moda) podría emitir un juicio como ese, no para criticarlo lapidariamente, sino para entender su postura.

No conozco a Pablo personalmente, pero me parece que al menos haberse disculpado públicamente de sus dichos habla bien de su persona, reconocer los errores no es una práctica muy común actualmente, pero tengo la impresión de que su opinión es parte de un pensamiento generalizado en un buen sector de la industria, ese que aún piensa que exclusivo es sinónimo de mejor.

Pero vayamos por parte, separando temas de aquella declaración que creo necesitan analizarse uno a uno.

¿Somos una raza fea?

Antes de transformarnos en una aldea global, cada pueblo tenía sus propios cánones de belleza (no pretendo meterme en los fundamentos filosóficos de la estética, pero si en un tema cultural), ahora compartimos los que la publicidad, el cine, los medios nos ofrecen y además de aceptarlos, de asimilarlos, medimos bajo esos parámetros que es bello y que no. Si nos basamos en lo anterior, siendo honestos, es probable que estemos más alejados de esos cánones que otros países.

¿La mujer chilena no es atractiva?

Acá me costó interpretar el fondo de las palabras de Pablo pues habla que “de cada 10 mujeres que ve en la calle, una quizás salva”. “Salva”, “igual nomás”, “está maoma” palabras que solemos utilizar los hombres para hablar sobre el atractivo de una mujer, en el acto de brutal honestidad (muchas veces etílica y con cero autocrítica) de calificar a una chica según nuestros parámetros para decir que está por sobre un límite aceptable.

Pues bueno, la belleza del género femenino es solo parte de su atractivo, y esto el mundo de la moda lo ha ido de a poco comprendiendo, integrando en sus campañas modelos que se escapan del común de belleza. Mujeres como Frida Kahlo fueron consideradas atractivas, sensuales, a pesar de alejarse del típico canon, con sus cejas abundantes, su mirada penetrante, y si de chilenas hablamos que mejor ejemplo que Ana Tijoux, a mi gusto una de las mujeres más guapas de Chile.

Hay mucho de actitud en una mujer atractiva, ser guapa no es solo ser linda, la belleza es un atributo, pero no un valor en si, el valor se crea y cuando una mujer lo domina se vuelve encantadora y es esa la cima del atractivo una mujer. Pararse en la calle, en cualquier parte de Chile, y no encontrar mujeres guapas es no saber mirar o en su defecto, mirar con una obtusa perspectiva.

¿La moda y la belleza es aspiracional?

Creo, en una teoría personal, que salvo las marcas pocos siguen creyendo en lo aspiracional. Si creo en la tendencia, en que como sociedad nos vamos moviendo o evolucionando culturalmente siguiendo a aquellos que van un poco más allá, que nos muestran nuevos caminos, pero pienso que la moda y la belleza no son aspiracionales, aspiracional es el discurso que marcas de moda y belleza crean para llegar a la gente.

Lo aspiracional nace en Chile entre los 80’s y 90’s, cuando las marcas que una persona usaba la definían, ahora son las personas las que definen a una marca (es cosa de recordar a Lacoste y sus esfuerzos por que algunos grupos urbanos dejen de usar sus prendas). Siempre lo aspiracional se ha relacionado con lo económico, con desear ser, tener, alcanzar lo que el otro tiene, casi en un instinto cavernícola de sentirnos mejor que otro, pero actualmente la gente no necesariamente sigue a un embajador de marca por desear ser como él, sino por lo que el representa, por como se alinea su visión, gustos, anhelos con sus intereses.

Hay una cita de Coco Chanel (que no puedo asegurar que efectivamente la haya dicho, pero que pienso que si no la dijo al menos la debe haber pensado) que dice: “La moda no existe sólo en los vestidos. La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos, lo que está sucediendo”. Si esas fueron sus palabras, ella entendía la moda como un fenómeno cultural y no como vestuario de alto precio en un distrito de lujo, y si eso es la moda, su naturaleza no debiera ser aspiracional.

Y en cuanto a la belleza, si ésta fuese aspiracional yo aspiraría a parecerme al menos a Steve McQueen, pero uno nace como es y aún con cirugías de por medio no se puede dejar de ser quienes ya somos.

¿Las Fashion Bloggers tienen un tema aspiracional?

Tal vez pocos recuerdan como partieron las fashion bloggers en este país, cuál ha sido su labor en el mundo de la moda y cómo llegaron marcas reconocidas de este rubro a contratar sus servicios.

Fue en la última crisis que vivimos como país, más menos entre el 2008 y 2009, por razones que algunos que me conocen han de saber, viví de cerca el nacimiento de las marcas de moda independiente, mujeres que decidieron emprender dedicándose a este rubro. En esa época nacieron marcas como Monjitas a la Moda, Ropa del Alma, Zandía, entre otras, quienes promocionaban sus prendas en cuentas de Flickr, en sus colecciones surgieron modelos que estaban recién partiendo y que ahora desfilan para marcas grandes, así mismo fotógrafos que en la actualidad son reconocidos, pero que partieron bajo la oportunidad que estas marcas independientes le brindaron. Nacieron medios de moda como Quinta Trends o Viste la Calle, formando así un movimiento, una cultura. diferente.

Ese fue el caldo de cultivo de las Fashion Bloggers, ellas se dedicaron a democratizar la moda, a sacarla de las tiendas, de los catálogos, llevándola a la gente común. No fueron ellas las que buscaron a las marcas, sino que las marcas las que las buscaron a ellas, invitándolas a sus eventos y luego incluyéndolas en sus estrategias. No creo que su motivación principal sea aspiracional, sino vivir de lo que le gusta hacer, lo que las apasiona.

Para concluir, la moda no tiene que ver con la belleza física de una persona, el gusto por vestir bien, como otros interés, pueden ser transversales al segmento socio económico. Ser atractiva tampoco tiene mucho que ver, las mujeres no se visten para los hombres (aunque es una linda ilusión el pensar que si lo hacen), cada mujer es un mundo en si. Por eso, ya es hora de que las marcas, y quienes trabajamos para ellas, lo comprendamos, que partamos por conocer de verdad a nuestros clientes y ya que estamos hablando de moda, dejar de mirarnos las etiquetas.

Las palabras de Pablo Courard tal vez son equivocadas en la forma, pero en el fondo reflejan una realidad que muchos de los que trabajamos en esto opinamos en silencio. Efectivamente muchas de las fashion bloggers pertenecen al segmento C3 (que lejos de ser bochornoso es admirable), tal vez las marcas de moda siguen con la estrategia de lo aspiracional porque les funciona, tal vez seguimos mirando al llamado target según su clasificación socioeconómica, tal vez somos cómplices de hacer perdurar e imponer cánones de belleza irreales, pero no pocos aspiramos, en nuestras intenciones, a que sea distinto.

Rodrigo Maragaño
Fundador & Director General de Doop Digital Branding
twitter: @zarkov