La positiva imagen del fútbol chileno en Alemania se reflejó en el revuelo que causó la presentación de Arturo Vidal en el Bayern, solo comparable la que se vivió en Múnich cuando Pep Guardiola asumió el cargo como entrenador del equipo.

El chileno fue recibido como una gran estrella internacional y la demanda de la prensa local y mundial -que incluso transmitió en directo el acontecimiento- fue tan alta que el club tuvo que trasladar el evento al estadio Allianz Arena.

La sala de prensa de la sede deportiva del campeón alemán, escenario usual de este tipo de actos, se quedó pequeña.

Aún más notable es que a diferencia de su primera etapa en la Bundesliga, que empezó en el 2007, el nuevo refuerzo del Bayern en esta ocasión no será el único futbolista chileno en Alemania.

Durante la temporada que está por empezar, Vidal compartirá partidos de la Bundesliga con casi todos sus compañeros del mediocampo de la selección campeona de la Copa América.

Atrás quedaron esos años en los que Arturo Vidal jugó en Alemania siendo el único portador de la bandera chilena. En esta ocasión la segunda más importante representación latinoamericana en la Bundesliga es la de sus compatriotas.

Chile ha ganado mucho terreno en el torneo teutón desde aquella época en las que había más mexicanos o venezolanos que jugadores suyos vistiendo uniformes de equipos alemanes.

Y si bien el desembarco grande de los chilenos Miko Albornoz (Hannover), Marcelo Díaz (Hamburgo), Gonzalo Jara y el fugaz paso del juvenil Nicolás Castillo (ambos Maguncia), se dió después del Mundial 2014, no fue ese torneo el que despertó el interés alemán en los jugadores chilenos.

Curiosamente sus nombres no fueron resaltados en las carpetas de los ojeadores de la Bundesliga por lo hecho en Sudamérica, sino por lo exhibido en una cancha alemana.

El partido que ‘despertó’ a la Bundesliga

El entusiasmo de la Bundesliga por el fútbol de Chile se remonta a mucho más atrás. El triunfo en la Copa América, la gran campaña de Vidal con la Juventus en la Champions League, y el buen desempeño en Brasil, solo confirmaron lo que la afición y los directivos de los clubes alemanes observaron el 5 de marzo del 2014.

En aquella fecha, durante un partido amistoso contra Alemania en el estadio de Stuttgart, los aplausos se los llevó una selección sudamericana disciplinada y atrevida que desde entonces se empezó a seguir con mayor intensidad.

Los acercamientos a los jugadores no tardaron en darse, y los primeros contratos se cerraron: Albornoz y Jara empezaron la temporada 2014/2015.

Castillo -a quien la suerte no acompañó- y Díaz, llegarían en enero pasado. El segundo se convirtió rápidamente en figura destacada del Hamburgo y al final de la temporada la afición lo eligió como el jugador más importante del equipo, pues un gol suyo salvó al club de descender por primera vez en su historia a la segunda división.

Ahora está en el Bayern la máxima estrella de la selección nacional chilena, Arturo Vidal, quien fue el encargado de abrir las puertas, y se espera que pronto llegue Charles Aranguiz, por cuyos derechos el Leverkusen ha librado una verdadera subasta compitiendo con clubes del fútbol inglés y francés.

Al fin y al cabo los chilenos son los jugadores de moda en Alemania.