A partir del histórico referéndum griego, del domingo pasado, los hechos han venido desarrollándose tal como habíamos previsto en nuestras crónicas anteriores.

En lo económico, ya el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional estuvieron conformes con la contrapropuesta griega que minimiza las medidas de austeridad contra la gente, aunque cede en cuanto a privatizaciones y aumento de impuestos, sobre todo a los más ricos.

El Congreso griego respaldó sin oposición la oferta del gobierno, que aparece como clave para dos puntos decisivos. Uno, la permanencia de Grecia en la Unión Europea, y dos, la mantención de Grecia en la Eurozona, es decir, conservando el Euro como unidad monetaria.

Por cierto, los duros más duros en contra de Grecia, encabezados por los alemanes, siguen haciendo declaraciones amenazantes y sugiriendo nuevas exigencias antes de conceder el nuevo empréstito de 59 mil millones de euros que está pidiendo el gobierno ateniense, pero ya está claro que lo peor concluyó, aunque, para el gusto mayoritario del pueblo griego, habría sido mejor arriesgarse a pasar penurias en el corto plazo, a cambio de un progreso real en un plazo no tan largo.

Escucha la crónica completa de Ruperto Concha a continuación: