Capricho, obsesión y antojo son claros conceptos que se está frente a una situación de fantasía enfermiza, una especie de amor platónico que muchas veces no es correspondido y que lleva a actuar de manera inapropiada frente a un posible enamorado imaginario.

Escenario en que una sonrisa, un gesto, una mirada o simplemente un saludo cordial puede ser inconscientemente el mayor de los problemas cuando se está en frente de una persona que sufre de Erotomanía: es decir, cuando creemos que somos amados pero esto es algo irreal.

La Erotomanía o Síndrome de Clérambault, define a las personas que creen que alguien se encuentra perdidamente enamorado de él o ella cuando esto es solo parte de su imaginación. Quien lo padece se crea una historia ficticia; todo ocurre en la mente de esa persona que lejos de tener una sana ilusión amorosa con alguien, se genera una fantasía tan real que asegura estar en lo correcto.

“Este síndrome de carácter psicológico se caracteriza por la convicción que posee la persona frente a su relación; para ellos es más que un simple antojo, sino que es una idea fija y permanente de tener este amor, que a vista de otros es imposible. Sin embargo, no existe razonamiento lógico que pueda rebatir tal idea”, indicó Patricia Toledo, Psicóloga Clínico y Especialista en Terapia de Pareja.

Asimismo, la erotomanía se describe como un actuar delirante por parte de quien la padece, debido a que mantiene una percepción alterada de la realidad que le impide ver con claridad lo que sucede en su entorno. Tal situación hace que el erotómano vea señales de interés amoroso donde muchas veces existe amabilidad.

Dicha conducta de carácter delirante, contempla una idealización romántica frente a episodios ajustados de la realidad, pero alteradas en la vivencia externa, donde la fantasía toma fuerza por sobre lo que realmente es.

New Line Cinema

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¿Quiénes son más propensos a padecerla?

La erotomanía, se ha descrito como un síndrome que es más frecuente en el sexo femenino, y en su mayoría está asociado a mujeres mayores de 30 años.

“Asimismo, es un delirio típico de personas hipersensitivas y autorreferenciales; desconfiadas, suspicaces y con claros problemas de adaptación social. Además, es un trastorno que está directamente asociado a individuos narcisistas, esquizoides, tímidos, reservados, orgullosos y rebeldes”, afirmó la profesional.

Quienes padecen este síndrome, se caracterizan por presentar un alto aislamiento social, comportamiento motivado por una sensibilidad, suspicacia o superioridad asumida por parte de quien lo posee. Dicha convicción un tanto alejada de los cánones reales, hacen que el afectado combine los acontecimientos creados en su mente, dándole vida a historias un tanto artificiales y carentes de sentido común.

Es así que el vínculo imaginario se mantiene latente por mínimos detalles, donde expresiones faciales, guiños de ojos, mensajes ficticios, el secretismo de las aparentes conversaciones y encuentros fugaces o inapreciables, son todos factores que alimentan la ilusión y fantasía de quienes padecen erotomanía.

“Tras varios intentos fallidos por consumar la relación “ficticia”, este cuadro patológico puede evolucionar hacia un estado de melancolía extrema y desencadenar en una depresión severa”, sostuvo la especialista.

HBO

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Posibles causas de este síndrome

Si buscamos una causa de la erotomanía, hay que indicar que ésta generalmente surge a partir de trastornos afectivos o esquizofrénicos que impulsan a la persona a delirar, actuando como si su “enamorado” realmente lo amara. De esta forma se comienzan a malinterpretar experiencias o percepciones que lo llevaron a esa conclusión.

Del mismo modo, este síndrome se le atribuye a personas solas que frente al vacío y necesidad de una experiencia sexual, desarrollan un estado delirante sustitutivo caracterizado por:

- Deterioro cognoscitivo

- Síntomas depresivos

- Compleja historia personal

- Miedo al rechazo

- Rigidez

- Aislamiento social

-Ambivalencia emocional

-Pobreza en habilidades sociales

“Pese a ser considerada durante mucho tiempo como una enfermedad intrínsecamente crónica y difícil de tratar, se han descrito casos de erotomanía con respuesta a antipsicóticos, eutimizantes, antidepresivos, TEC (terapia de electro convulsiva) y otros tratamientos”, aseveró la psicóloga.

“Asimismo, se han descrito combinaciones de terapias psicológicas y medicamentos antipsicóticos que ayudan a disminuir los pensamientos delirantes y actuar con mayor mesura para que así la persona que sufre tal delirio logre mejorar su estado y acabar con tales fantasías que solo perjudican la forma de desenvolverse a diario”, concluyó Patricia Toledo.