La Superintendencia de Medio Ambiente comprobó que las faenas de Canteras Lonco en Chiguayante son peligrosas para los vecinos que habitan en las cercanías y obligó a la empresa a tomar las medidas correspondientes.

Tras las denuncias de los vecinos y el oficio que emanó desde la Intendencia Regional a otros organismos, como el Sernageomín, Seremi de Salud y Medio Ambiente, la Superintendencia del ramo optó por exigir a la empresa áridos tomar medidas para evitar que la población corra riesgo, ante la posibilidad cierta de derrumbes al interior de las faenas.

Los profesionales del Sernageomín que fiscalizaron las obras constataron que no existe una planificación ni uniformidad en los cortes de los cerros, con taludes en diferentes niveles y sin una adecuada compactación, desconociendo además la estabilidad mecánica de ellos.

Además el estudio concluyó que la evacuación de las aguas lluvias no es la correcta, debido a que no existe uniformidad en los canales, desconociendo la capacidad de filtración de aguas de los taludes.

Por lo mismo, la autoridad determinó que el botadero Sur de la Cantera genera un riesgo físico para la salud de la población debido a la gran cantidad de material dispuesto y las condiciones en que se mantiene en el lugar.

El informe indica además que, de existir una sobrecarga de lluvias sumado a la inestabilidad mecánica de los terrenos, existe el riesgo latente de derrumbes y deslizamientos de tierras que podrían afectar a los sectores de Lonco, Lonco Parque y al medio ambiente en General.

Ante las observaciones la Superintendencia de Medio ambiente ordenó a la Cantera de propiedad de Aquiles Acosta, hacer las correcciones a la brevedad, obligándolo además a entregar una planificación mediante una Carta Gantt de todas las actividades a realizar.