La sesión de hoy, a la que asistirá el ministro de Economía, fue convocada considerando el progresivo declive en la captura de varias especies objetivo de la pesca artesanal, como merluza común, merluza de cola, congrio dorado entre otras, que se han venido suscitando desde mediados de la década de los 90 con fuertes repercusiones ambientales, sociales y económicas.

La pesca de jibia o calamar gigante se ha planteado como una alternativa o “tabla de salvación”, siendo durante los últimos años los pescadores artesanales quienes principalmente han capturado este recurso.

David Castro, presidente de la coordinadora de jibieros de Talcahuano,niega haber llegado a un acuerdo con la industria y dijo estar confiado en que lograrán que se regule el arte de pesca.

Ayer cinco pesqueras de la región del Bío Bío anunciaron que estaban negociando con los jibieros artesanales un acuerdo que les permita a ambos sectores trabajar el recurso y beneficiarse de su captura y procesamiento.

El presidente de Asipés, Luis Felipe Moncada, también está en Valparaíso para esta sesión. Asegura que sería desastrozo para los mil 600 empleos que dan las plantas procesadoras que toda la cuota sea para los artesanales y comentó además la situación que da en el mercado mundial de la jibia.

De acuerdo a datos del Gobierno, este año la pesca industrial capturó su cuota total en los dos primeros meses y puso a la venta su producto en el mercado internacional a un precio menor a todos los otros actores, haciendo descender esto, junto con otros factores, los precios de la jibia, incluso por debajo de los costos de producción de muchas plantas, impidiendo de esta forma la operación de todos los actores nacionales, tanto en la captura como en el procesamiento.