Los socios de Grecia en la zona euro pidieron este martes a Atenas reformas “creíbles”, so pena de tener que abandonar la moneda única, antes de una cumbre extraordinaria convocada tras el rotundo rechazo de los griegos el domingo a los ajustes reclamados por los acreedores del país.

“Claramente Grecia enfrenta desafíos inmensos e inmediatos”, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de la zona euro, Valdis Dombrovskis, al llegar a una reunión del Eurogrupo en Bruselas previa a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno.

La zona euro necesita de Grecia propuestas “concretas, completas y creíbles”, estimó en tanto el comisario Pierre Moscovici al llegar a la reunión ministerial.

“Mucho dependerá del gobierno griego”, estimó por su parte el ministro italiano Pier Carlo Padoan.

Atenas debe presentar propuestas de ajustes y reformas, luego de que el domingo los griegos rechazaran rotundamente las que habían propuesto los acreedores del país.

Pero si éstas no llegan, “no puede excluirse” una salida de Grecia de la zona euro, estimó Dombrovskis insistiendo que necestian “una estrategia clara y creíble sobre cómo Grecia va a salir de esta crisis”.

“Las antiguas propuestas fueron rechazadas. Será difícil”, dijo en tanto el presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem.

Los duros y los blandos

Pero las opiniones están divididas entre los 18 socios de Atenas. Luego de meses de difíciles negociaciones con el gobierno griego de izquierda radical, que terminaron sin resultados, muchos países ya no quieren venir en ayuda a Grecia, que recibió dos rescates financieros por un monto de 240.000 millones de euros desde 2010.

“Un ‘Grexit’ no sería un problema para Europa”, estimó el ministro letón, Janis Reirs.

“Estamos en una democracia. Si damos préstamos y tomamos compromisos requerimos y pedimos condiciones”, dijo en tanto el ministro finlandés, Alexander Stubb, cuyo país está expuesto a altura de 5.000 millones de euros, 10% de los gastos, con Grecia.

Pero “las condiciones no van a ser reducidas, es simple y es así”, añadió.

Entre los duros, además de Alemania, se encuentran los países del este o lo que se vieron gravemente afectados por la crisis de la deuda, como Portugal.

Una salida de Grecia de la zona euro “no es una consideración que está sobre la mesa”, estimó el español Luis de Guindos, cuyo país, junto con Francia, Italia o Luxemburgo, busca alcanzar un compromiso con Grecia para evitar lo peor.

“Francia hará todo lo necesario para que Grecia permanezca en la zona euro, pues es su lugar”, dijo el martes el primer ministro francés, Manuel Valls.

El lunes la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, trataron en París de disimular sus diferencias sobre la crisis griega y presentar una posición común frente al primer ministro Alexis Tsipras.

Hollande y Merkel se pusieron de acuerdo para exigir a Tsipras “propuestas precisas” y “seria” para negociar eventualmente un nuevo plan de rescate, como lo pidió Atenas la semana pasada.

El plan serviría para cubrir las necesidades del país para los próximos dos años, por unos 30.000 millones, con una reestructuración de deuda, a lo que Berlín se opone y uno de los puntos más sensibles.