Los oídos se encuentran expuestos ante cualquier infección de la vía aérea durante la época de invierno por las bajas temperaturas. Cuando bajan las temperaturas los virus se encuentran en mayor cantidad y también ocurre con la mala ventilación del ambiente y de la calidad del aire.

Así lo explicó el fonoaudiólogo Luis Ortega, responsable de Formación y Audiología de los Centros Auditivos GAES en Chile. Ortega advierte que los oídos se comunican con la boca y nariz, por esto ante cualquier resfrío que afecte la cavidad oral y nasal puede comprometer el oído y llegar a provocar una otitis o inflamación aguda del oído.

“Las inflamaciones de las vías respiratorias afectan el normal funcionamiento de un conducto denominado trompa de Eustaquio que comunica al oído medio con la rinofaringe y una vez afectado ese conducto, se inflama el oído medio, lo que genera una hipoacusia leve, la cual en la mayoría de los casos mejora con tratamiento médico. La inflamación del oído medio y de las vías aéreas superiores también favorece la aparición de infecciones en el oído medio, ya sea de tipo viral o bacteriana, lo que genera hipoacusia, dolor, fiebre y mal estado general” Indicó.

Los lactantes y niños menores de 5 años es la población más vulnerable ante los cuadros virales que comprometen el tracto respiratorio. Son, precisamente ellos quienes presentan cuadros faríngeos y nasales con alteraciones en los oídos.

Para cuidar la salud de los oídos de los más pequeños existen conductas preventivas que los padres pueden adoptar aseveró Luis Ortega:

· La higiene de los oídos en los más pequeños solo debe realizarse luego del baño, en la parte de la oreja o pabellón auricular con la toalla. Por ningún motivo hay que introducir cotonitos, está contraindicado ya que su tamaño es excesivo para el oído y pueden generar un daño severo.

· Para evitar una otitis lo más eficaz es evitar la entrada de aire frío a la nariz y la boca, ya que son los conductos de entrada más habituales de los gérmenes.

· Otra recomendación, especialmente si tenemos niños, pasa por evitar los cambios bruscos de temperatura y la estancia prolongada en los pasillos donde se exponen los alimentos refrigerados en los supermercados. También es conveniente ventilar bien la casa, especialmente las habitaciones donde pasamos más horas, como los dormitorios.

· No exponer a los niños a lugares muy concurridos donde puede haber proliferación de gérmenes como centros comerciales y servicios de urgencia..

· También hay que evitar que los niños manipulen sus oídos y menos que ellos se introduzcan objetos. La lesión de la piel del conducto auditivo puede favorecer la aparición de infecciones localizadas, además de una lesión de la membrana timpánica que genera dolor intenso e hipoacusia.

Respecto a qué tan eficientes son las orejeras y gorros que se venden para evitar cambios de temperatura, el experto dijo que sirven para cuidar la piel que necesita ser protegida del frío, pero no para evitar una otitis.