Envidia, lujuria, soberbia y tantos pecados habidos y por haber, se han convertido hoy en los favoritos de ellas, mujeres atractivas e inteligentes que pese a “tenerlo todo” siempre desean la vida, físico y posesiones de la otra; esa compañera de trabajo exitosa, esa vecina cuya familia se muestra feliz o simplemente una ex compañera de colegio que con el paso del tiempo desarrolló una figura espectacular.

Escenario en que la energía femenina se perfila como la más peligrosa, y es ese mismo carácter que tienen las chicas para decir algunas verdades y conseguir su tan anhelado propósito, también lo pueden utilizar para potenciarse entre ellas y boicotearse en caso que algo les caiga mal, dando vida a lo que se conoce como Wollying “Woman + Bullying”.

El wollying es esa forma sutil con la que muchas mujeres se agreden. Es una manera de crear pertenencia cuando no la hay; una especie de mecanismo que utilizan algunas chicas para sentirte acompañadas o fuertes.

Algunas no lo catalogan como maldad, sino que lo asemejan a un régimen que rige desde las sociedades patriarcales y que las féminas siguen comprando: “divide al grupo y reinarás”, dicen ellas.

Naturalidad que para muchas mujeres no les permite darse cuenta que tras ciertos rumores, formación de bandos y desplantes sutiles, existen mecanismos de control que las estanca en pensamientos machistas capaces de crear un boomerang que da vuelta sobre ellas mismas, haciendo que hostigadoras y hostigadas tengan que convivir en atmósferas tóxicas, que son creadas por quienes comparten dichos espacios.

Pero en este contexto hay que preguntarse, ¿por qué las mujeres se hacen bullying? La causa principal es por celos profesionales y por la envidia que genera una colega debido a sus habilidades, ya que generalmente las víctimas de este acoso suelen ser exitosas.

Hay que indicar que las mujeres, a diferencia de los hombres, prefieren ser más agresivas con sus pares. Por un lado, debido a que ellas son estereotipadas como personas poco hostiles y provocadoras, incluso hasta más vulnerables.

Por otro lado, hay rasgos y estilos de personalidad que llevan a las féminas a ver al resto de las chicas como competencia directa o un blanco fácil de agredir.

Es así como resurgen en el género femenino características como miedo; auto-percepción que les provoca la pérdida de rol o status, o la imagen que tengan otros de ella. Tal recelo genera sospechas frente a su par que es exitosa, transformándola de inmediato en su víctima. Asimismo, aparecen rasgos típicos de una mujer narcisista, envidiosa, mentirosa, controladora, critica, prejuiciosa, inmadura, desconfiada, impulsiva y agresiva”, sostuvo Jacqueline Montecinos Oportus, Psicóloga Magíster en Diagnóstico y Técnicas de Intervención Psico-dinámicas y Docente de Universidad Andrés Bello.

También hay que tener en cuenta que a las chicas no se les educa en el ámbito de la competencia laboral durante su vida, como se hace con los hombres. Por lo tanto, no logran incluir los conceptos de una competencia sana, hecho que se ve reflejado en los siguientes planos:

Aspecto físico

Se hace wollying por el atractivo físico cuando a toda costa se desacredita a la linda o llamativa, o a quien parece fea o gorda. Ello se manifiesta haciéndole un vacío, ignorándola o ridiculizándola frente al resto; todo con el afán de acabar con su confianza e inhibir su capacidad de interacción grupal.

Tal comportamiento se debe a que durante siglos se consideró la sensualidad como el arma de poder femenino por excelencia, entonces no tiene por qué ser una sorpresa que la enemiga número uno sea la chica que te genera inseguridad.

Si se rodean de hombres que coquetean descaradamente con la primera mujer guapa que encuentran a su alrededor, es muy tentador culparla a ella, pero ¿eso no es un pensamiento machista?.

“Por eso, cuando se mide a las demás con la vara de la belleza y se decide desacreditar a alguien solo porque puede ser una competidora en el plano de la conquista, o simplemente porque no se apega a la norma de lo perfecto, se está pensando como hombre y no como mujer. De ser así el pensamiento debe cambiar de inmediato, terminando de forma rápida con el “abuso psicológico” que prima desde la infancia por cosas banales como es: la estatura, el color de pelo, la ropa, la contextura corporal o algún rasgo predominante que sirva para desacreditar al resto”, afirmó la profesional.

Libertad sexual

Hacerle el vacío a la mujer que por alguna razón se sale del promedio, es una práctica cotidiana y casi espontánea; es una forma de asegurarse que todas sigan los mismos patrones de conducta. Por eso, cada vez que le damos a entender a otra fémina que su manera de comportarse “no es normal”, no solo se le está agrediendo, sino que además se le está limitando a no desafiar lo impuesto por una sociedad un tanto conservadora.

Pero en este aspecto existe un ataque por ambos polos, ya que si hay mucha libertad sexual es motivo de críticas y comentarios mal intencionados, y si por alguna razón piensan que alguien carece de vida sexual, es motivo de burlas. Razón por la que se debe evitar que tales provocaciones se conviertan en una forma de agresión colectiva, ya que de ser así se estaría atentando contra la libertad femenina de elegir cómo se quiere llevar su intimidad.

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Éxito laboral

El alcanzar el éxito profesional genera fuerte rivalidad en las mujeres que aspiraban también a lograr esa meta, entonces los ataques se centrarán en desacreditar sus competencias laborales, y esto puede ir de la mano con denigrar a alguien incluso en el plano personal.

Se hace wollying por los triunfos cuando se pone el foco de atención en aquello que falta en la vida de la otra persona. Sí, es una genia, se le tilda de amachada. Si se va ir de viajes sola, hablan que tiene un carácter terrible por eso nadie la soporta. Se casó y tuvo una excelente luna de miel y el resto murmura que subió de peso y que nada le queda bien, etc.

La maternidad

Esto ocurre luego que la mujer vuelve de su post natal, generalmente las críticas van dirigidas a que: ya no es la misma de antes; inevitablemente tiende a tener problemas con los tiempos; sale una hora más temprano; se volvió aburrida;solo habla de su bebé; etc. Todo esto la convierte en un blanco fácil de burlas, siendo el argumento más utilizado por la agresora el que debido a ser madre “su capacidad profesional ha disminuido”. Es por esto mismo que a veces incluso al haber demostrado valía profesional, puede que no sea promovida solo por el hecho de ser mamá.

“Si bien, hace un tiempo este tipo de violencia se percibía solo de forma presencial, hoy en día los mecanismos han cambiado siendo las redes sociales el medio preferido por quienes hacen bullying a sus pares”, declaró la docente de UNAB.

¿Por qué se genera este tipo de agresión en contra algunas personas?

Quienes tienen el rol de abusadoras o acosadoras, generalmente se rodean de personas que apoyan este abuso; individuos que comparten las burlas, críticas o comentarios mal intencionados como una forma de excluir rotundamente al acosado. Tal proceder se genera porque el agresor tiene ansias de poder y estatus, y de alguna forma influencia a otros a seguirlo.

Quienes son sus seguidores son personas con autoestima baja, dependientes, influenciables que necesitan de un referente fuerte para sentir que forman parte de algo. Razón por la que no cuestionan el actuar de este líder.

Sin embargo, quienes ocupan parte de su tiempo en acosar a otras personas lo hacen principalmente porque no ven en ellas conflictos necesarios a resolver. Muchas de estas mujeres están centradas en lo que desean, que en muchos casos es lo que tienen sus pares, presentando así una clara dificultad al momento de evaluar la realidad.

Además, tal comportamiento se debe a un funcionamiento interno incuestionable, donde se distinguen 2 grandes tipos:

- Se trata de mujeres inestables, inseguras, con baja tolerancia a la frustración, con manejo emocional inadecuado, descontrol de impulsos y que experimentan altos montos de ansiedad que se ve desbordada en su capacidad laboral y resolutiva que descargan en otra compañera, que lo más probable sea equilibrada y exitosa.

- Asimismo, se manifiesta en una persona con altas ansias de notoriedad, que se apropia de la creatividad y mérito de otros, y de forma intensa envidia el éxito ajeno a quien intentará destruir.

“Convivir en este tipo de ambiente tóxico puede afectar la salud mental y física de quien es atacada, dificultando su buen desarrollo en todas las demás áreas de su vida. Esto hará que no funcione bien en el trabajo y que acudir a la oficina le provoque rabia y pena”, enfatizo la especialista.

Del mismo modo, tal situación desencadenará en una amargura constante por quien sufre agresión, lo cual se traducirá en ansiedad y tristeza constante en el hogar.

Todo esto merma la integridad y felicidad de la persona, generándole consecuencias que van desde las problemas físicos (trastornos cardiovasculares, musculares, respiratorios, gastrointestinales, etc), psicológicos (ansiedad, depresión, trastornos del sueño, inestabilidad emocional, miedo, distorsiones cognitivas, intentos de suicidio y el suicidio mismo entre otras), sociales (aislamiento, retraimiento) y laborales (estrés laboral, ausencias, despido).

Recomendación para alguien que sufre Wollying

“Tener la valentía y lograr salir adelante pese a las circunstancias adversas es la mayor sugerencia realizada por los expertos en el área. Asimismo, en caso necesario se aconseja pedir ayuda psicológica o psiquiátrica que le permitan adquirir o fortalecer herramientas personales, y así enfrentar de la mejor forma esta situación”, puntualizó la psicóloga.

Algo importante es que podamos distinguir siempre si este abuso tiene directa relación con uno, o si esta persona hace lo mismo con otros. Si es una conducta que involucra a terceros, lo recomendable es ignorar su comportamiento, pues se trata de alguien que es “conflictivo”; en caso que su actuar está perjudicando nuestro trabajo, debemos actuar de inmediato.

Se debe evitar convertirse en un blanco fácil para nuestra agresora, por el contrario, hay que confrontar de forma controlada la situación y no sentir miedo ante ninguna situación de acoso. Solo así el hostigamiento disminuirá y se podrá estar más tranquila en el lugar de trabajo.