El sarampión es una enfermedad causada por un virus de fácil contagio entre persona a persona. Los síntomas comienzan de dos a cuatro días con fiebre alta, malestar general del cuerpo acompañado por tos e inflamación de la mucosa de las fosas nasales.

En los niños mayores estos síntomas pueden estar acompañados de fotofobia (molestia a la luz) al igual que los primeros brotes de puntos blancos al interior de la boca.

Luego de estos síntomas comienzan a aparecer las primeras manchas en la piel, las que suelen durar de tres a siete días.

La vacunación se presenta como algo gran importancia, dado que según detalla el Ministerio de Salud, esta enfermad se transmite por el contacto directo con los enfermos a través de gotitas o secreciones de vías nasales o faringe.

Así también, el Minsal explica que el sarampión no tiene un tratamiento específico por lo que la primera medida es aislar a la persona que contrajo la enfermedad para evitar el contacto con otras personas y así frenar un posible brote.

Chile: vacunación en cifras

En nuestro país se introdujo la vacuna en 1990 al esquema de vacunación obligatorio existente en Chile. Ésta se llama Trivírica dado que busca proteger contra el sarampión, rubeola y parotiditis.

La vacuna se aplica al año de edad y cuando los niños cursan primero básico.

Según consigna la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacuna contra esta enfermedad se generalizó en la década del 80 y antes de esa fecha ocurrían más de 2 millones de muertes al año a causa del sarampión. “Se calcula que en 2013 murieron 145 mil 700 personas por esta causa, la mayoría de ellas menores de 5 años”, indica el organismo.

Como se muestra en el siguiente gráfico desarrollado por el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, el número de casos de sarampión en nuestro país sufrió una drástica caída al momento de agregar la vacuna trivírica al calendario obligatorio de vacunas.

Según se muestra, los casos de esta enfermedad en 1989 alcanzaban los 15 mil para bajar a menos de 5 mil entre 1990 a 1992 para estar luego cifrados en cero desde 1993 al 2010.

El Minsal señala´que la eliminación del sarampión en nuestro país ocurrió en el año 1992 y el último caso autóctono se registró en 1993. En tanto, en 2003 un chileno que recientemente había viajado a Japón contrajo el virus mientras que seis años más tarde un niño francés que visitaba nuestro país debió ser atendido al presentar los síntomas. En ambos casos no se registraron más personas contagiadas, por lo que no se puede hablar de un brote.

En junio de este año la ministra de Salud, Carmen Castillo, descartó adelantar la campaña de vacunación ante el brote de casos de sarampión en el país. Esto dado que desde la cartera aseguraron que se trata de un brote controlado que no tenía riesgos de expandirse tras las medidas tomadas, las que fueron las siguientes:

1. Alertar a la red regional y nacional de vigilancia y equipos de salud públicos y privados frente ala confirmación de los casos de sarampión.

2. Intensificar la vigilancia en todas las regiones del país frente a la situación y en preparación de razón de la Copa América.

3. Vacunar a todos los contactos identificados de los casos confirmados y sospechosos.

Así y todo, la campaña se encuentra inamovible y comenzará en octubre de este año. Es decir, en dos meses más.

Chile versus otros países de Sudamérica

Según la OMS nuestro país logró la cifra máxima de cobertura, con un 97%, contra esta enfermedad en 1991. Sin embargo esta tasa sufrió una drástica caída al año siguiente llegando a un 89%.

El último registro data del 2013, en donde quedó en evidencia que nuestro país sólo llegó al 90%.

El catastro de la OMS expone que Brasil llegó en el 2013 a un 99% de cobertura contra el sarampión, Bolivia a un 95% mientras que Argentina a un 91. Los países de Sudamérica con más baja tasa de vacunación son Perú y Venezuela, quienes sólo alcanzan el 85%.

Al respecto, el presidente del Colegio Enrique Paris indicó a BioBioChile que estar sobre el 90% de cobertura es lo ideal, pero en comparación con otros países nos encontramos al debe.

“Lo ideal es que el país llegue a un porcentaje más alto de cobertura, dado que esto se traduce en una protección total para la población”.

Sobre la cifra de cobertura existente en nuestro país, Paris explicó que uno de los factores podría estar ligado a esta disminución son los denominados grupos antivacunas. “Hay un porcentaje de la población que es antivacuna y se preocupa sobre los índices de mercurio, pero tienen que saber que esta vacuna no tiene mercurio“.

“Es necesario mayor comunicación, educación, explica porqué es tan importante la vacuna y cuales son las consecuencias si esta no se aplica. Explicar que se trata de una obligación casi social”, dado que se trata de un bien común para la sociedad.

Antivacunas: temor por el timerosal

Son varios los padres que han mostrado su preocupación ante el compuesto que contienen algunas vacunas usadas el nuestro país: el timerosal. Compuesto que según algunas teorías no confirmadas tendría relación con el desarrollo del autismo en los niños cuando son expuestos al timerosal.

Incluso ha llegado el punto que un porcentaje de padres se ha negado a que sus hijos reciban cualquier tipo de vacuna por miedo a que éstos puedan contraer autismo.

Según explica un artículo del diario español El País, este miedo a las vacunas se incrementa debido a que poco se conoce de las enfermedades y sus consecuencias así como también es un factor crucial la falta de información que manejan los padres al tomar una decisión tan importante, quienes muchas veces se dejan llevar por informaciones leídas en internet que ni siquiera cuentan con fundamento médico.

El doctor Paris también apunta a la educación como un factor importante a la hora de elevar el porcentaje de cobertura de la vacuna en nuestro país.

“Lo más importante es la educación dado que la primera dosis de la vacuna se aplica a los niños cuando cumplen un año de edad. Es esencial transmitir lo importante que son las vacunas a las madres dado que se trata de una protección a nivel social”, señala el profesional.

Paris fue enfático en señalar que la vacuna contra el sarampión no cuenta con mercurio entre sus componentes, “por ello es importante realizar campañas dedicadas a la educación sobre el tema”.

Hay que destacar que las vacunas no son en un 100 por ciento efectivas y muchos pequeños no pueden vacunarse al presentar alergias o bien son inmunodeficientes por lo que es imperativo que la población se vacune y así mantener erradicadas las enfermedades.

En este sentido, la OMS calcula que entre el 2000 y el 2013 la vacuna logró evitar alrededor de 15.6 millones de muertes y a nivel mundial las defunciones por sarampión han descendido en un 75 por ciento.

Este martes 30 de junio el estado de California en Estados Unidos aprobó una ley que obliga la vacunación de todos los niños luego que se detectara un brote de la enfermedad a finales del 2014, el que afectó a 131 residentes de dicho estado.

¿Es necesario aplicar una ley de esta índole en Chile? Para el presidente del Colegio Médico la respuesta es clara y contundente: No.

“Hace poco en uno de los estados de Norteamérica se aprobó obligar la vacunación contra el sarampión, pero no me parece que sea una medida necesaria para nuestro país. Es algo muy extremo, lo que se necesita es educación sobre el tema, no se puede hacer obligatorio”, comentó.