Ecuador, que enfrenta en el último mes manifestaciones a favor y en contra del gobierno, está “repleto de alegría” por la visita que iniciará este domingo el papa Francisco, quien “está cambiando” la iglesia Católica, dijo el presidente Rafael Correa.

El mandatario izquierdista lamentó el sábado que el viaje de Francisco hubiera tenido como precedente las marchas opositoras, que según Correa “quisieron dañar” la visita papal.

El oficialismo también se ha movilizado para impedir los planes “golpistas” denunciados por el gobierno.

Sin embargo, ahora “estamos repletos de alegría por la venida del papa Francisco, el primer papa latinoamericano. ¡Cómo está cambiando la Iglesia!, ¡qué mensaje más fuerte que está brindando!”, sostuvo Correa en su programa semanal de radio y TV.

El jefe de Estado elogió la reciente encíclica verde de Francisco en la que critica el consumismo y denuncia las amenazas capitalistas contra el medio ambiente.

“A nosotros nos gusta, nos inspira y nos compromete el mensaje del papa”, agregó Correa.

Francisco aterrizará el domingo en suelo ecuatoriano hacia las 15H00 locales (20H00 GMT), y estará en el país hasta el miércoles, cuando continuará con su periplo de ocho días por Bolivia y Paraguay.

El papa argentino, de 78 años y quien estuvo en Ecuador en la década de los ochenta cuando era rector de un colegio jesuita, prevé oficiar dos misas campales, una en Guayaquil (suroeste) y otra en Quito, a las que se prevé asistan tres millones de fieles.

Correa dijo que la “parte material” está lista para acoger al jefe de los católicos, y le envió un caluroso mensaje de recibimiento.

“¡Bienvenido nuevamente su santidad el papa Francisco, lo esperamos con toda alegría, con toda la esperanza, con toda la fe, con todo el cariño!”, exclamó Correa.