Los diputados Gonzalo Fuenzalida (RN) y Fuad Chahín (DC) negaron haber recibido aportes para sus campañas políticas en 2009, luego que ambos figuraran recibiendo pagos vía boletas a Inversiones Caburga S.A, empresa vinculada a la familia Said, uno de los cinco grupos económicos más ricos del país.

Según publicó el diario electrónico El Mostrador, en esa fecha el recaudador de la Concertación, Giorgio Martelli, habría solicitado a la contadora de la DC, Clara Bensan, que emitiera dos facturas falsas para Caburga S.A.

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En esa misma época, los parlamentarios figuraron en la contabilidad de la empresa por más de 5 millones y medio de pesos para el diputado falangista y más de un millón de pesos para el diputado RN, mientras que competían por un cupo al Congreso.

Tras darse a conocer esto, el diputado de Renovación Nacional, Gonzalo Fuenzalida, negó que se trate de aportes para campañas.

En ese sentido, aclaró que se trata de un trabajo prestado como persona natural. Sin embargo, enfatizó que no entregará detalles de éste, resguardándose en el secreto profesional.

El diputado de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, explicó que durante 2006 y 2009 ejerció libremente la profesión de abogado, periodo en el cual emitió diversas boletas a varias empresas y personas naturales, entre ellas a Caburga S.A, por asesorías jurídicas que prestó.

Asimismo, Chahín afirmó que le parece extraño que en el artículo del portal El Mostrador se le trate de vincular este hecho con su labor parlamentaria.