¿Comida rápida o de menú?: Científicos dan con la menos saludable y que engorda más

Agencia UNO
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No hay como la comida de casa, no solo por su sabor del que estamos acostumbrados y hasta regaloneados, sino que también por los resultados de una investigación que confirman que siempre será mejor esa opción para nuestra salud.

El estudio, publicado en la revista científica European Journal of Clinical Nutrition, logró develar cuál es la mejor opción al salir de casa y comer afuera. Para mala fortuna de los dueños de restaurantes, la investigación concluyó que –sea comida rápida o de menú– una persona que sale a comer consume 200 calorías más por día, que quien come en casa.

Es decir, de partida ya salir a comer afuera incide en una dieta negativa, según pudo conocer el equipo liderado por Ruopeng An, profesor de Kinesiología y Salud Comunitaria de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, que analizó datos de 18.098 adultos estadounidenses entre 2003 y 2010, y adjuntos en las cifras oficiales de la National Health and Nutrition Examination Survey.

Restaurantes de menú

Sobre este tipo de locales, la indagación encontró que en ocasiones puede llegar a ser menos saludable incluso que los de comida rápida, sin embargo las personas que acuden a éstos tienden a comer nutrientes más saludables como algunas vitaminas, potasio y ácidos grasos omega-3.

¿Y por qué más negativos que los de la comida chatarra? Porque en la mayoría de los menús se ofrecían a los consumidores comidas que hacían que éstos ingirieran más sodio y colesterol, nutrientes altamente consumidos en Estados Unidos, incluso en casa, según resalta el sitio de salud Info Salus, que cita el estudio.

“Las personas que comieron en restaurantes de servicio completo consumen significativamente más colesterol al día que las personas que comían en casa. Este aporte extra de colesterol, de unos 58 miligramos por día, representa el 20 por ciento de la cantidad máxima recomendada de la ingesta de colesterol total de 300 mg por día”, explicó el especialista.

A lo anterior, recuerda que la recomendación de la Asociación Americana del Corazón es limitar la cantidad de grasas saturadas diarias, entre un 5 y 6 por ciento. “Eso significa que si uno necesita alrededor de 2.000 calorías al día, menos de 120 calorías, o 13 gramos, deben provenir de grasas saturadas”, afirmó.

Restaurantes de comida rápida

El sodio es una de las principales diferencias que se notaron entre los establecimientos contrastados. Así, en un local de comida rápida se consume 300 miligramos de sodio a la ingesta diaria, mientras que uno de menú unos 412.

En este apartado, An apunta el problema del cosumo excesivo de sodio en Estados Unidos, quienes en promedio ingieren 3.100 miligramos sólo en su casa, cuando lo recomendado es entre 1.500 y 2.300.

“El sodio adicional -al salir a comer afuera- es aún más preocupante debido a que el consumo diario promedio de sodio entre los estadounidenses ya está muy por encima del límite superior recomendado, lo que plantea un problema de salud pública importante, como la hipertensión y enfermedades del corazón”, alertó.

Diferencias entre grupos y personas

Un dato importante fue que al diferenciar a las personas analizadas, se encontró que tenían distintas costumbres de ingesta en sus salidas. Así, en los afroamericanos comían más grasas, sodio y azúcar que las caucásicas y que los hispanos.

Las personas con nivel educativo bajo, obtenían su energía total de los locales de comida chatarra, mientras que las de niveles educativos medios, de restaurantes de menú.

En la misma línea, las personas obesas además, consumen más calorías en este tipo de locales de comida chatarra, mientras que de ir a restaurantes de servicio total, adquieren más energía total, grasa total, grasa saturada, colesterol y sodio. Aunque se notó que en general estas personas eran más propensas a comer peor que los de peso normal y sobrepeso.

Así y todo, el académico concluyó que “comer en un restaurante de servicio completo (menú) no es necesariamente más saludable que en uno de comida rápida”.

Con lo anterior, lo preferible es mantener una dieta con comida preferentemente hecha en casa, y guardar las salidas para ocasiones. En caso de trabajar o tener que comer afuera, llevarse un plato listo desde la casa, preparado en la mañana o día anterior.

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No hay como la comida de casa, no solo por su sabor del que estamos acostumbrados y hasta regaloneados, sino que también por los resultados de una investigación que confirman que siempre será mejor esa opción para nuestra salud.

El estudio, publicado en la revista científica European Journal of Clinical Nutrition, logró develar cuál es la mejor opción al salir de casa y comer afuera. Para mala fortuna de los dueños de restaurantes, la investigación concluyó que –sea comida rápida o de menú– una persona que sale a comer consume 200 calorías más por día, que quien come en casa.

Es decir, de partida ya salir a comer afuera incide en una dieta negativa, según pudo conocer el equipo liderado por Ruopeng An, profesor de Kinesiología y Salud Comunitaria de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, que analizó datos de 18.098 adultos estadounidenses entre 2003 y 2010, y adjuntos en las cifras oficiales de la National Health and Nutrition Examination Survey.

Restaurantes de menú

Sobre este tipo de locales, la indagación encontró que en ocasiones puede llegar a ser menos saludable incluso que los de comida rápida, sin embargo las personas que acuden a éstos tienden a comer nutrientes más saludables como algunas vitaminas, potasio y ácidos grasos omega-3.

¿Y por qué más negativos que los de la comida chatarra? Porque en la mayoría de los menús se ofrecían a los consumidores comidas que hacían que éstos ingirieran más sodio y colesterol, nutrientes altamente consumidos en Estados Unidos, incluso en casa, según resalta el sitio de salud Info Salus, que cita el estudio.

“Las personas que comieron en restaurantes de servicio completo consumen significativamente más colesterol al día que las personas que comían en casa. Este aporte extra de colesterol, de unos 58 miligramos por día, representa el 20 por ciento de la cantidad máxima recomendada de la ingesta de colesterol total de 300 mg por día”, explicó el especialista.

A lo anterior, recuerda que la recomendación de la Asociación Americana del Corazón es limitar la cantidad de grasas saturadas diarias, entre un 5 y 6 por ciento. “Eso significa que si uno necesita alrededor de 2.000 calorías al día, menos de 120 calorías, o 13 gramos, deben provenir de grasas saturadas”, afirmó.

Restaurantes de comida rápida

El sodio es una de las principales diferencias que se notaron entre los establecimientos contrastados. Así, en un local de comida rápida se consume 300 miligramos de sodio a la ingesta diaria, mientras que uno de menú unos 412.

En este apartado, An apunta el problema del cosumo excesivo de sodio en Estados Unidos, quienes en promedio ingieren 3.100 miligramos sólo en su casa, cuando lo recomendado es entre 1.500 y 2.300.

“El sodio adicional -al salir a comer afuera- es aún más preocupante debido a que el consumo diario promedio de sodio entre los estadounidenses ya está muy por encima del límite superior recomendado, lo que plantea un problema de salud pública importante, como la hipertensión y enfermedades del corazón”, alertó.

Diferencias entre grupos y personas

Un dato importante fue que al diferenciar a las personas analizadas, se encontró que tenían distintas costumbres de ingesta en sus salidas. Así, en los afroamericanos comían más grasas, sodio y azúcar que las caucásicas y que los hispanos.

Las personas con nivel educativo bajo, obtenían su energía total de los locales de comida chatarra, mientras que las de niveles educativos medios, de restaurantes de menú.

En la misma línea, las personas obesas además, consumen más calorías en este tipo de locales de comida chatarra, mientras que de ir a restaurantes de servicio total, adquieren más energía total, grasa total, grasa saturada, colesterol y sodio. Aunque se notó que en general estas personas eran más propensas a comer peor que los de peso normal y sobrepeso.

Así y todo, el académico concluyó que “comer en un restaurante de servicio completo (menú) no es necesariamente más saludable que en uno de comida rápida”.

Con lo anterior, lo preferible es mantener una dieta con comida preferentemente hecha en casa, y guardar las salidas para ocasiones. En caso de trabajar o tener que comer afuera, llevarse un plato listo desde la casa, preparado en la mañana o día anterior.