Jim Carrey se sumó la noche del martes al polémico debate sobre si hay o no que vacunar a las personas, ante los distintos casos que han salido a la luz pública de niños contagiados con enfermedades erradicadas, por no haber sido inoculados oportunamente por sus padres.

Su ingreso a la discusión se debió a la aprobación que hizo en la jornada el estado de California, a una ley que obliga que todos los niños sean vacunados, producto de un brote de sarampión que ha puesto “en jaque” a las autoridades desde finales de 2014.

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Producto de ello, el famosísimo actor ha develado su posición frente al tema, que claramente lo deja en contra de esta medida.

“California dice sí a envenenar a más niños con mercurio y aluminio mediante las vacunas obligatorias. Este fascismo corporativo debe ser detenido.”, escribió Carrey.

Una vez publicado, el mensaje obtuvo más de 860 retuits y más de 1.200 favoritos, siendo replicado con posiciones claras a favor de las vacunas, y un grupo menor que lo apoyaba.

“¿Qué harás cuando un niño muera a causa de escuchar a un actor que no sabe nada, en vez de a los médicos?”, le preguntó @brewfangrb al artista. Mientras otros más irónicos apuntaban a la “abrumadora inteligencia” del rostro de La Máscara.

El sarampión

Entre enero y abril se contabilizaron 159 casos de sarampión en los 18 estados de Estados Unidos y el Distrito de Columbia. Se pensaba que esta enfermedad viral había desaparecido desde hace varios años gracias a las campañas de vacunación, sin embargo el creciente grupo de padres antivacunas ha regresado el padecimiento, según acusan las autoridades.

Para estos padres, no vacunar a sus hijos responde a una supuesta relación entre la vacuna y el autismo, algo que los expertos niegan categóricamente, o por preferencia por la medicina natural.

En Chile, la enfermedad ya tiene 7 casos confirmados en lo que va del año, por lo que las autoridades del Ministerio de Salud han hecho un llamado a vacunarse de las personas que no lo han hecho.

El sarampión es una enfermedad muy contagiosa que se acompaña de fiebre y de una erupción cutánea. Puede presentar complicaciones que van desde las lesiones cerebrales a una pérdida de la vista o la audición. En algunos pocos casos puede incluso causar la muerte.