Dicen por ahí que los niños pueden ser crueles, pero reírse de su propia madre puede ser uno de los dolores más profundos para una mujer. Esto vivió una inglesa de 32 años, quien sufrió las burlas en internet de su hijo de 10 años.
Faye Hardy pesaba 129 kilos y un día descubrió que su primogénito Sorren estaba publicando imágenes de ella alteradas digitalmente para rodearla de comida chatarra, con mensajes que decían “tengo hambre, dame comida” y “olvida la comida saludable”.
Daily Mail
Hardy, quien además padecía de asma producto de su peso, quedó en estado de shock. “No tenía idea de que mi hijo se había dado cuenta de lo poco saludable que era. Me engañaba a mi misma creyendo que mi alimentación compulsiva era un secreto”, declaró al medio inglés Daily Mail.
Los dibujos de su hijo la sorprendieron e impactaron, sin embargo, no se enojó con él, sino que considera que el menor de edad le salvó la vida. “Los niños simplemente dibujan lo que ven y su realidad era mamá comiendo todo el tiempo. Sorren no tuvo malas intenciones, sólo estaba siendo honesto. Estaba obsesionada con la comida y mandaba en mi vida, por lo que prometí cambiar tres ver la imagen”, declaró.
Fue en ese momento en el que decidió conseguir ayuda profesional. Los médicos le enseñaron a evitar pensar constantemente en la comida y reordenar los alimentos. Además comenzó una rutina de ejercicios y un nuevo régimen con comidas sanas y naturales.
En seis meses de duro trabajo, logró bajar alrededor de 54 kilos y usar varias tallas menos. “Sorren estaba tan orgulloso. Yo le dije sus dibujos habían cambiado mi vida”, señaló. “‘Mi asma ha ido y yo ya no soy obesa mórbida”, agregó.
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La mujer inició sus problemas de peso cuando quedó embarazada de su primer hijo. Creyendo que necesitaba alimentarse por dos, comenzó a comer más y más. En ese periodo aumentó 25 kilos. “Estaba embarazada. No me importaba, sólo quería un bebé saludable”, aseguró.
Desde ese momento no dejó de engordar, e incluso comenzó a tener problemas de fertilidad. Aunque logró quedar embarazada nuevamente, su segundo bebé tuvo que nacer prematuramente producto de su obesidad.
Hoy, toda la familia apoya a la mujer, quien vive feliz junto a sus seres queridos.
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