El cuerpo como soporte de denuncia de violencias: Regina José Galindo inaugura “Desierto”

Regina en Chapultepec, Galería Gabriela Mistral (c)
Regina en Chapultepec, Galería Gabriela Mistral (c)
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La guatemalteca, referente internacional de la performance política, somete su cuerpo a situaciones de violencia provocando la conciencia social. Obras y acciones sintéticas y potentes, metaforizan las distintas formas de abuso de poder que operan en las sociedades actuales, donde su cuerpo es el soporte.

Invitación, Galería Gabriela Mistral (c)

Invitación, Galería Gabriela Mistral (c)

La artista presentará una performance especialmente creada para el contexto chileno, titulada Desierto en Galería Gabriela Mistral.

A través del ventanal de la Galería Gabriela Mistral, el espectador avistará una especie de desierto, desde el cual emerge la cabeza de Regina José Galindo, cuyo cuerpo está enterrado. Durante casi dos horas (lo que dura la inauguración de su muestra), la artista guatemalteca permanecerá con su cuerpo oculto bajo este montón de “arena”, que en realidad es aserrín de pino.

La acción será registrada en video y, mientras la exhibición siga abierta, cuando solo quede el aserrín, se proyectará en el muro norte. “Se genera así una situación especular y de eco: a un costado el cuerpo ausente y el material (aserrín) presente, del otro lado, el cuerpo presente en su registro, y el aserrín ausente en su materialidad”, explica la curadora de la muestra, Soledad Novoa.

La obra Desierto habla de las formas de opresión, abuso, racismo y colonialismo que se ocultan tras la exitosa industria de la explotación del pino, que ha invadido el territorio mapuche, generando además graves daños al ecosistema.

“El problema de la tierra y de los pueblos indígenas que han sido violentados y saqueados por las familias pudientes y el Estado, no es un problema ajeno a Guatemala”, explica la artista. “Durante la guerra en mi país, la estrategia de la tierra arrasada fue una constante. Miles de indígenas mayas fueron atrincherados en sus comunidades, los asesinaron y les expropiaron las tierras, que hoy son negocio de familias oligarcas, del Estado o de extranjeros. En Guatemala no hay pino pero hay otra forma de aniquilar la tierra. En Guatemala se da la palma africana que ha venido creciendo de manera desorbitante y ha causado estragos. Recientemente la fábrica Repsa (que elabora aceite de palma marca Olmeca) contaminó los ríos aguas y miles de peces y demás han muerto en un genocidio sin precedentes”.

En paralelo se proyectarán siete videos que registran otras performances realizadas en distintos lugares del mundo.

En la segunda sala, se exhibirán registros en video de otras de sus performances, que la curadora Soledad Novoa eligió porque conectan problemáticas sociales con el paisaje y lo orgánico.

Los videos corresponden a las obras Alud (Grecia, 2011), Suelo común (Eslovenia, 2012), Paisaje (Guatemala, 2012), Caminos (Guatemala, 2013), Descensión (México, 2013), Tierra (Francia, 2013) y Piedra (Brasil, 2013).

En Suelo Común, la artista desnuda permanece durante dos horas enterrada en una fosa hecha a ras de suelo, en un parque de Eslovenia. Está cubierta por un vidrio transparente, de manera que las personas pueden verla y pasar caminando sobre esta especie de ataúd transparente.

En la obra Caminos, la artista está envuelta como un paquete y escondida entre matorrales. Este cuerpo-bulto está amarrado con cuatro hilos que son sacados por cuatro mujeres hacia el espacio exterior. Los hilos hacen dibujos por las calles de Antigua Guatemala y el público debe seguirlos para encontrar el cuerpo.

La performance Piedra la muestra desnuda e inmóvil, acurrucada sobre el suelo, cubierta de carbón, como una piedra. En un gesto de total humillación dos voluntarios y un hombre del público se acercan y orinan sobre este cuerpo despojado de toda dignidad. En el texto que la sustenta la artista escribe:

“Soy una piedra / no siento los golpes / la humillación / las miradas lascivas/ los cuerpos sobre el mío / el odio”.

La artista

Utilizando su cuerpo como soporte, Galindo explora las implicancias éticas de diversas formas de injusticia, relacionadas con discriminaciones raciales, de género y otros abusos de poder, elaborando una crítica que surge de su reflexión biográfica como nativa de Guatemala, un país que que vivió durante 36 años –en el contexto de la guerra fría–una de los más sangrientos enfretamientos internos (fuerzasn armadas y guerrila), con más de 200 mil personas muertas. Un paìs con uno de los índices de homicidios más altos del mundo.

Desde esa experiencia, la artista aguijonea la conciencia global: lo sucedido en Guatemala no es distinto a lo sucedido en Chile con la dictadura ni a tantos otros genocidios que ocurren en el mundo ante nuestra indiferencia. Y su propio cuerpo tampoco se agota en la individualidad, sino que representa a los millones de cuerpos victimizados.

“Elijo temas que me afectan, pero que de una u otra manera no me son ajenos. No me gusta ver la paja en el ojo del otro sin antes ver la paja en el ojo propio”, dice.

Galindo no da cátedra enarbolando un discurso crítico desde una posición externa, tampoco utiliza contextos e imágenes ajenas, sino que se expone ella misma como el objeto de la violencia que denuncia.

Caminos, Galería Gabriela Mistral (c)

Caminos, Galería Gabriela Mistral (c)

Regina José Galindo (1974)

Nace en la Ciudad de Guatemala donde actualmente sigue trabajando. Su obra ha sido ampliamente difundida y valorada por la crítica, siendo artista invitada a importantes bienales, como la 54, 53, 51 y 49 Bienal de Venecia, XI Bienal Internacional de Cuenca., 29th Biennial of Graphic Arts of Ljubljana, The Sharjah Biennial, Bienal de Pontevedra 2010, 17 Bienal de Sydney, II Bienal de Moscú, Primera Trienal de Auckland. Venice-Istanbul, I Bienal de Arte y Arquitectura de Islas Canarias, IV Bienal de Valencia, III Bienal de Albania, II Bienal de Praga y III Bienal de Lima.

Registros de sus performances son parte de diferentes museos y prestigiadas colecciones, como la Fundación Daros (Suiza), el Museo de Arte Contemporáneo (Costa Rica), la Fundación Teseco (Italia), el Blanton Museum (Texas), el MMKA de Budapest (Hungría) o la Princeton University (Estados Unidos).

Recibió el León de Oro en la 51 Bienal de Venecia en el 2005, en la categoría de mejor artista joven; en 2011 recibió el Premio Príncipe Claus por parte de los Países Bajos.

El proyecto está a cargo de la curadora Soledad Novoa.

Miércoles 8 de julio, 19:00.
Conversatorio entre Regina José Galindo, Janet Toro y la curadora Soledad Novoa.
Auditorio Museo de Arte Contemporáneo. Parque Forestal s/n.

Desde 7 de julio al 3 de agosto.
Lunes a Viernes de 10:00 a 19:00 horas.
Galería Gabriela Mistral (Consejo de la Cultura y las Artes).
Alameda 1381. Metro Moneda. Fono: 224065618
Más información: http://ggm.cultura.gob.cl/

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La guatemalteca, referente internacional de la performance política, somete su cuerpo a situaciones de violencia provocando la conciencia social. Obras y acciones sintéticas y potentes, metaforizan las distintas formas de abuso de poder que operan en las sociedades actuales, donde su cuerpo es el soporte.

Invitación, Galería Gabriela Mistral (c)

Invitación, Galería Gabriela Mistral (c)

La artista presentará una performance especialmente creada para el contexto chileno, titulada Desierto en Galería Gabriela Mistral.

A través del ventanal de la Galería Gabriela Mistral, el espectador avistará una especie de desierto, desde el cual emerge la cabeza de Regina José Galindo, cuyo cuerpo está enterrado. Durante casi dos horas (lo que dura la inauguración de su muestra), la artista guatemalteca permanecerá con su cuerpo oculto bajo este montón de “arena”, que en realidad es aserrín de pino.

La acción será registrada en video y, mientras la exhibición siga abierta, cuando solo quede el aserrín, se proyectará en el muro norte. “Se genera así una situación especular y de eco: a un costado el cuerpo ausente y el material (aserrín) presente, del otro lado, el cuerpo presente en su registro, y el aserrín ausente en su materialidad”, explica la curadora de la muestra, Soledad Novoa.

La obra Desierto habla de las formas de opresión, abuso, racismo y colonialismo que se ocultan tras la exitosa industria de la explotación del pino, que ha invadido el territorio mapuche, generando además graves daños al ecosistema.

“El problema de la tierra y de los pueblos indígenas que han sido violentados y saqueados por las familias pudientes y el Estado, no es un problema ajeno a Guatemala”, explica la artista. “Durante la guerra en mi país, la estrategia de la tierra arrasada fue una constante. Miles de indígenas mayas fueron atrincherados en sus comunidades, los asesinaron y les expropiaron las tierras, que hoy son negocio de familias oligarcas, del Estado o de extranjeros. En Guatemala no hay pino pero hay otra forma de aniquilar la tierra. En Guatemala se da la palma africana que ha venido creciendo de manera desorbitante y ha causado estragos. Recientemente la fábrica Repsa (que elabora aceite de palma marca Olmeca) contaminó los ríos aguas y miles de peces y demás han muerto en un genocidio sin precedentes”.

En paralelo se proyectarán siete videos que registran otras performances realizadas en distintos lugares del mundo.

En la segunda sala, se exhibirán registros en video de otras de sus performances, que la curadora Soledad Novoa eligió porque conectan problemáticas sociales con el paisaje y lo orgánico.

Los videos corresponden a las obras Alud (Grecia, 2011), Suelo común (Eslovenia, 2012), Paisaje (Guatemala, 2012), Caminos (Guatemala, 2013), Descensión (México, 2013), Tierra (Francia, 2013) y Piedra (Brasil, 2013).

En Suelo Común, la artista desnuda permanece durante dos horas enterrada en una fosa hecha a ras de suelo, en un parque de Eslovenia. Está cubierta por un vidrio transparente, de manera que las personas pueden verla y pasar caminando sobre esta especie de ataúd transparente.

En la obra Caminos, la artista está envuelta como un paquete y escondida entre matorrales. Este cuerpo-bulto está amarrado con cuatro hilos que son sacados por cuatro mujeres hacia el espacio exterior. Los hilos hacen dibujos por las calles de Antigua Guatemala y el público debe seguirlos para encontrar el cuerpo.

La performance Piedra la muestra desnuda e inmóvil, acurrucada sobre el suelo, cubierta de carbón, como una piedra. En un gesto de total humillación dos voluntarios y un hombre del público se acercan y orinan sobre este cuerpo despojado de toda dignidad. En el texto que la sustenta la artista escribe:

“Soy una piedra / no siento los golpes / la humillación / las miradas lascivas/ los cuerpos sobre el mío / el odio”.

La artista

Utilizando su cuerpo como soporte, Galindo explora las implicancias éticas de diversas formas de injusticia, relacionadas con discriminaciones raciales, de género y otros abusos de poder, elaborando una crítica que surge de su reflexión biográfica como nativa de Guatemala, un país que que vivió durante 36 años –en el contexto de la guerra fría–una de los más sangrientos enfretamientos internos (fuerzasn armadas y guerrila), con más de 200 mil personas muertas. Un paìs con uno de los índices de homicidios más altos del mundo.

Desde esa experiencia, la artista aguijonea la conciencia global: lo sucedido en Guatemala no es distinto a lo sucedido en Chile con la dictadura ni a tantos otros genocidios que ocurren en el mundo ante nuestra indiferencia. Y su propio cuerpo tampoco se agota en la individualidad, sino que representa a los millones de cuerpos victimizados.

“Elijo temas que me afectan, pero que de una u otra manera no me son ajenos. No me gusta ver la paja en el ojo del otro sin antes ver la paja en el ojo propio”, dice.

Galindo no da cátedra enarbolando un discurso crítico desde una posición externa, tampoco utiliza contextos e imágenes ajenas, sino que se expone ella misma como el objeto de la violencia que denuncia.

Caminos, Galería Gabriela Mistral (c)

Caminos, Galería Gabriela Mistral (c)

Regina José Galindo (1974)

Nace en la Ciudad de Guatemala donde actualmente sigue trabajando. Su obra ha sido ampliamente difundida y valorada por la crítica, siendo artista invitada a importantes bienales, como la 54, 53, 51 y 49 Bienal de Venecia, XI Bienal Internacional de Cuenca., 29th Biennial of Graphic Arts of Ljubljana, The Sharjah Biennial, Bienal de Pontevedra 2010, 17 Bienal de Sydney, II Bienal de Moscú, Primera Trienal de Auckland. Venice-Istanbul, I Bienal de Arte y Arquitectura de Islas Canarias, IV Bienal de Valencia, III Bienal de Albania, II Bienal de Praga y III Bienal de Lima.

Registros de sus performances son parte de diferentes museos y prestigiadas colecciones, como la Fundación Daros (Suiza), el Museo de Arte Contemporáneo (Costa Rica), la Fundación Teseco (Italia), el Blanton Museum (Texas), el MMKA de Budapest (Hungría) o la Princeton University (Estados Unidos).

Recibió el León de Oro en la 51 Bienal de Venecia en el 2005, en la categoría de mejor artista joven; en 2011 recibió el Premio Príncipe Claus por parte de los Países Bajos.

El proyecto está a cargo de la curadora Soledad Novoa.

Miércoles 8 de julio, 19:00.
Conversatorio entre Regina José Galindo, Janet Toro y la curadora Soledad Novoa.
Auditorio Museo de Arte Contemporáneo. Parque Forestal s/n.

Desde 7 de julio al 3 de agosto.
Lunes a Viernes de 10:00 a 19:00 horas.
Galería Gabriela Mistral (Consejo de la Cultura y las Artes).
Alameda 1381. Metro Moneda. Fono: 224065618
Más información: http://ggm.cultura.gob.cl/