“Esto recién está comenzando”. Así declaró la semana pasada la fiscal estadounidense Loretta Lynch que lideró la investigación por corrupción a la FIFA -con la ayuda del FBI-, luego de las detenciones de varios miembros del ente rector del fútbol mundial.

Y cada día que pasa, el aviso de la norteamericana va tomando más fuerza. Este miércoles, por ejemplo, la justicia de EEUU reveló el testimonio de Chuck Blazer, ex secretario general de la Concacaf, quien ofició de ‘soplón’ durante el proceso de investigación.

El documento que contiene 40 páginas, destaca principalmente porque Blazer admite haber recibido sobornos, en especial en los procesos de elección de sedes para los mundiales de Francia 1998 y Sudáfrica 2010.

“A principios o alrededor del 2004 y hasta el 2011, yo y otros miembros del comité ejecutivo de la FIFA acordamos aceptar sobornos en conjunción con la elección de Sudáfrica como nación sede de la Copa Mundial del 2010″, sostuvo en específico Blazer.

En la misma línea, ‘Chuck’ añadió que “durante mi asociación con FIFA y Concacaf, entre otras cosas [...] accedí con otras personas alrededor de 1992 para facilitar la aceptación de un soborno ligado a la selección de la nación sede para la Copa Mundial de 1998″.

Pero no fue todo. Además Chuck Blazer reconoció que “alrededor de 1993 y con seguimiento hasta inicios de la década de los 2000, yo y otras personas aceptamos sobornos en conjunción con la transmisión y otros derechos para las Copas Oro de 1996, 1998, 2000, 2002 y 2003“.

¿Quién es Chuck Blazer?

Chuck Blazer, es un hombre que de modesto entrenador del equipo de la escuela de su hijo llegó hasta el comité ejecutivo de la FIFA y fue el informante que ayudó a la justicia estadounidense a destapar el escándalo de corrupción más grande en la historia del fútbol mundial.

La decisión del Departamento de Justicia de Estados Unidos de presentar cargos a un grupo de altos ejecutivos de la FIFA por soborno, corrupción y blanqueo de dinero, no hubiera sido posible sin el micrófono oculto con el que Blazer grabó las conversaciones de estos personajes, a lo largo de los últimos tres años.

Ahora, con 70 años y según dicen enfermo de cáncer, el otrora hombre más poderoso del fútbol estadounidense decidió cooperar con las autoridades para desvelar los secretos de la FIFA, un organismo con más poder de convocatoria que la ONU y más cerrado que el Vaticano.

Corpulento y de espesa barba cana, Blazer fue la imagen del fútbol de Estados Unidos y Concacaf entre 1991 y 2013, cuando perdió su puesto en el comité ejecutivo de la FIFA. Y su fortuna personal creció paralela al desarrollo del deporte en la región.

Por otro lado, el sitio BuzzFeed describe que Blazer fue el artífice del primer contrato de televisión para la Major League Soccer (MLS), en 1995. Una década después, la MLS firmó un acuerdo de derechos televisivos por 720 millones de dólares.

Atrapado por el Servicio de Rentas Internas (IRS) de Estados Unidos por evasión fiscal, derivadas de los 20,6 millones de dólares que recibió de la Concacaf entre 1996 y 2011, Blazer acordó ayudar a los investigadores a construir un caso contra otros funcionarios de la FIFA.

Accedió a colaborar con el Departamento de Justicia de Estados Unidos tras declararse culpable de conspiración de crimen organizado, fraude, blanqueo de dinero, evasión de impuesto sobre la renta, y por no presentar un informe sobre sus cuentas en bancos extranjeros.

También pagó una multa de 1,9 millones de dólares y acordó pagar otra cantidad indeterminada cuando sea sentenciado.

Diarios estadounidenses señalan que ayudó a convencer a otros dos importantes testigos del caso: Darryl Warner y Daryan Warner, los hijos de su ex socio Jack Warner.