Una ampliación de la denuncia original por apremios ilegítimos en contra de dos reos de la cárcel El Manzano, presentó el defensor penitenciario Omar Castro, al dar cuenta que uno de ellos -José Muñoz- fue brutalmente agredido por segunda vez el mismo día en que fueron entregados los antecedentes a la justicia.

Luego de conocer que el interno había entregado detalles de la primera golpiza a Castro, seis oficiales -identificados con sus apellidos- habrían sometido a Muñoz a una serie de maltratos, entre ellos la práctica conocida como “bote”.

Se trata de un “castigo” que consiste en atar los pies y manos por la espalda, quedando la persona apoyada al suelo sólo con su torso y cabeza. En esa posición, Muñoz habría recibido gas pimienta en su cara y genitales.

Al respecto, el director regional de Gendarmería, coronel Pablo Toro, precisó a través de un comunicado que los hechos son motivo de un sumario administrativo que deberá entregar resultados al más breve plazo.

Sobre el trabajo del Instituto de Derechos Humanos y la Defensoría, el coronel Toro reconoció que “cumplen una labor muy sensible que nos obliga a tener sumo cuidado en el uso de la fuerza y perfilarnos como garantes de los derechos humanos en nuestro trato directo con población privada de libertad”.