Birmania acusó este viernes a la ONU de “estigmatizarla” y denunció en la reunión regional sobre la crisis de los migrantes del sudeste asiático que hay una “politización” del tema.

Delegados de 17 países se reunieron este viernes en Tailandia para buscar una solución a la crisis de los emigrantes en Asia, que huyen por mar desde Birmania o Bangladés hacia Malasia e Indonesia.

“No pueden estigmatizar a mi país”, expresó el jefe de la delegación de Birmania, Htin Lynn, visiblemente ofuscado por las declaraciones del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), que llamó al gobierno a asumir su responsabilidad frente al problema.

Volker Turk, representante de Acnur, había expresado que para resolver las causas de la crisis, Birmania debía asumir “enteramente sus responsabilidades con todos sus habitantes”, en referencia al éxodo de la minoría rohingya que vive en el país.

Las últimas semanas, más de 3.500 emigrantes hambrientos llegaron a Tailandia, Malasia e Indonesia. Otros se encuentran atrapados en barcos abarrotados en el mar.

“El flujo de emigrante ilegales (…) alcanzó niveles alarmantes”, declaró en la apertura de la reunión el ministro tailandés de Exteriores, Tanasak Patimapragorn.

En Birmania, 1,3 millones de rohingyas, minoría musulmana apátrida que huye masivamente del país, sufre múltiples discriminaciones. El aumento de las violencias comunitarias ha causado unos 200 muertos, sobre todo musulmanes, y 140.000 desplazados en 2012, lo que ha contribuido a acelerar el éxodo.

Sin embargo, este problema había sido hasta ahora un tabú y Birmania no reconoce el término “rohingya”, y considera que esta minoría está constituida por inmigrantes de Bangladés, pese a que muchos de ellos viven en el país desde hace generaciones.

EEUU en el espacio aéreo tailandés

Para la representante de Estados Unidos, la subsecretaria de Estado para Población, Refugiados y Emigración, Anne Richard, esta conferencia “ofrece la oportunidad de adoptar medidas concretas”.

Sin embargo algunos observadores han expresado su dudas sobre si una cita de un solo día, a la cual muchos países no enviaron como delegados a ministros o funcionarios de alto rango, pueda lograr soluciones para un problema que afecta desde años a la región y que hasta ahora había sido ignorado por las autoridades.

Para Patimapragorn el tema central es salvar la vida de los migrantes en ruta y combatir las redes de tráfico. “Ya dimos la autorización a Estados Unidos para entrar en el espacio aéreo tailandés”, anunció el ministro.

Hasta ahora Washington efectuaba vuelos de vigilancia en Malasia y en Tailandia.

La policía tailandesa sigue registrando la frontera con Malasia, en búsqueda de campos de paso de inmigrantes, después de que en un campamento de la zona las autoridades encontraran una fosa con más de 130 cadáveres.

El tema de la acogida de los migrantes también estará en el centro de la discusiones, luego que Tailandia, Malasia e Indonesia advirtieran que el permiso de entrada otorgado a las personas que fueron rescatadas por mar es sólo temporal.