La tradicional joyería Valdés, ubicada en la galería Ramos de Concepción, deberá cerrar debido al millonario robo que sufrió a inicios de mes, que significó pérdidas por 50 millones de pesos. La familia optó por la tranquilidad antes que seguir siendo presa de los delincuentes.

Increíble, pero cierto. En Concepción los locales deben bajar las cortinas debido al accionar de los delincuentes, que con sus robos merman el capital y tranquilidad de los comerciantes.

La joyería Valdés, abierta en 1977 por Enrique Valdés Manríquez, fallecido en febrero de este año, dirá adiós a su tradicional atención en el local 8 de la galería Ramos, según decidieron las tres hijas y la viuda que sobreviven al fundador.

El detonante de la drástica decisión fue el robo del 1 de mayo recién pasado, día en que delincuentes ingresaron para robar especies y dinero de la caja de seguridad, que abrieron con oxicorte, para llevarse cerca de 50 millones de pesos en total, explicó María Isabel Valdés, una de las dueñas.

La medida tomó por sorpresa a los clientes, mientras que las dueñas de la joyería lamentan que los autores del robo caminen libres por las calles, pese a ser detenidos por carabineros, ya que su actuar terminó con una tradición de 38 años.