Un estudio publicado en Scandinavian Journal of Work Environmental Health y dirigido por investigadores del CREAL, muestra que, en general, el trabajo durante el embarazo se asocia con una reducción del riesgo de parto prematuro, aunque el trabajo en ciertas ocupaciones puede tener riesgos reproductivos. Los investigadores proporcionan una buena perspectiva del impacto global en el curso del embarazo en importantes sectores ocupacionales de las mujeres en Europa.

“Entre las empleadas, hemos definido grupos de ocupaciones que representan los principales sectores de empleo de las mujeres y donde se considera que están presentes posibles riesgos reproductivos”, especifica Maribel Casas, investigadora del CREAL, centro aliado ISGlobal, y primera autora de este estudio.

Los investigadores evaluaron si el trabajo de la madre durante el embarazo –en general y en ciertos sectores laborales seleccionados– se asociaba con el bajo peso al nacer, el ser pequeño para la edad gestacional, el bajo peso a término, la duración de la gestación y el parto prematuro en una cohorte de nacimiento poblacional. Para ello, los científicos utilizaron datos de más de 200.000 pares de madres e hijos de 13 cohortes europeas.

Las trabajadoras de la industria alimenticia, mayor riesgo

“Hemos observado que las empleadas tenían un menor riesgo de parto prematuro que las no empleadas. Trabajar en la mayoría de los sectores laborales estudiados no se asoció con resultados adversos al nacimiento. Sin embargo, el trabajo de enfermera se asoció con un menor riesgo de ser pequeño para la edad gestacional, mientras que las trabajadoras de la industria alimenticia tenían un mayor riesgo de parto prematuro”, explica Casas.

Según la investigadora, “este estudio es uno de los mayores de este tipo realizado hasta la fecha y proporciona una plataforma muy útil como base para futuros estudios prospectivos centrados en las posibles consecuencias de las exposiciones ocupacionales maternas durante el embarazo sobre el desarrollo del niño”.