El Gobierno de Perú declaró el viernes el estado de emergencia en la provincia de Islay, en el sur del país, donde una violenta protesta contra el proyecto minero Tía María ya suma cuatro muertos en dos meses.

“El Gobierno ha tomado la determinación de decretar el estado de emergencia en todos los distritos de la provincia de Islay y Mollendo (su capital) por un plazo de 60 días”, dijo el primer ministro Pedro Cateriano.

El jefe del gabinete aclaró que este régimen de excepción entra en vigencia el sábado, y serán las Fuerzas Armadas las que se encarguen del mantenimiento del orden público.

“Conforme la Constitución, se suspenden las libertades personales referidas a la inviolabilidad de domicilio, la libertad de tránsito y la libertad de reunión”, agregó, y aseguró que el gobierno hará valer su cumplimiento, si necesario, para resguardar la seguridad.

El viernes, un nuevo enfrentamiento entre manifestantes y la policía en la provincia de Islay dejaron un muerto, según fuentes médicas. Es el cuarto fallecido desde que estallaron hace 60 días las protestas contra el proyecto cuprífero Tía María.

Las protestas contra este proyecto de 1.400 millones de dólares habían amainado en la última semana desde que la minera Southern Peru -filial de la mexicana Southern Copper- anunció una pausa por 60 días del proyecto para buscar entendimientos, tras un llamado del presidente peruano Ollanta Humala a buscar el diálogo.

Pobladores de Islay temen que el proyecto minero, que aún no empieza a construirse, afecte su agricultura y su medio ambiente. No obstante, en medio de las protestas se ha denunciado penalmente a un dirigente, por supuestamente haber pedido dinero para poner fin a las manifestaciones.

“Desde que se iniciaron los incidentes en Arequipa por el caso Tía María, el gobierno del presidente Humala ha hecho todos los esfuerzos para que todo se resuelva con el diálogo”, agregó Cateriano, quien lamentó que se hayan reiniciado los choques con la policía.