El ministro alemán de Relaciones Exteriores Frank-Walter Steinmeier conmemoró el sábado el final de la batalla de Berlín hace 70 años, preludio de la capitulación sin condiciones de Alemania, e insistió en la “responsabilidad” de su país.

“Nos suele asaltar – quizá más que a cualquiera – la responsabilidad de mantener un orden internacional. Un orden que garantice la paz”, declaró Steinmeier en la cámara de representantes de Berlín, en las que calificó de “liberación” la rendición del 2 de mayo de 1945 de la guarnición berlinesa ante el Ejército Rojo.

Esta tarea incumbe “particularmente a Alemania, cuyo nacionalismo desenfrenado hundió al mundo en el caos (…), y que después ha sido reintegrada, prudente y progresivamente, en el orden pacífico europeo e internacional”, dijo el jefe de la diplomacia alemana.

Para Steinmeier, “el ‘nunca más’ significa también, para nosotros los alemanes, ‘¡nunca más solos!’” e implica una política extranjera orientada hacia la “comprensión entre los pueblos, la búsqueda de soluciones políticas a los conflictos y la conservación de estructuras de mantenimiento de la paz”, dijo el ministro.

Aplastadas por los soviéticos en la batalla de Berlín, las fuerzas alemanas firmaron su rendición el 2 de mayo de 1945, dos días después del suicidio de Adolfo Hitler en su búnker. El 8 de mayo de 1945, fecha oficial del final de la Segunda Guerra Mundial, Alemania capituló sin condiciones antes los aliados.

El sábado, la canciller alemana Angela Merkel también subrayó la “responsabilidad particular” de Alemania por los crímenes del III Reich, y la necesidad de transmitir “la historia del nacionalsocialismo, de los campos de concentración, de la persecución de las minorías y de los opositores y del Holocausto”.

Asimismo lamentó que todavía sea necesaria la presencia policial para proteger las instituciones judías en Alemania. “No es normal que aquellos que piensan diferente o tienen un aspecto diferente estén demasiado a menudo expuestos al racismo y al extremismo”, dijo la canciller.