Indonesia ejecutó este martes a ocho condenados por narcotráfico, en su mayoría extranjeros, según informaron los medios de prensa locales.

Se trató de dos australianos y cuatro nigerianos, así como un brasileño y un indonesio; todos ellos condenados por tráfico de drogas. Todos fueron ejecutados en la isla prisión de Nusakambangan, indicaron MetroTV y el diario Jakarta Post.

Una filipina, también condenada, finalmente no fue ejecutada.

El presidente indonesio, Joko Widodo, intransigente sobre la aplicación de la pena de muerte por tráfico de estupefacientes, hizo oídos sordos a los llamamientos de clemencia y a las presiones diplomáticas internacionales para evitar las ejecuciones.

Este martes, Australia, la Unión Europea y Francia efectuaron una petición conjunta a Indonesia y señalaron que una acción de este tipo tendría un impacto en su reputación internacional.