Después de cuatro derrotas consecutivas, la última el viernes en una debacle en casa ante el Lorient (5-3), parece que el método del argentino Marcelo Bielsa llegó al límite y se presenta un futuro incierto para el club marsellés.

¿Está el Marsella en crisis? “Por supuesto”. Marcelo Bielsa fue honesto en el momento de hablar de la situación del equipo, que, vencido por el Lorient, se pudo despedir de clasificarse para la próxima Liga de Campeones -incluso peligra la Europa League, que ahora da plaza a su vencedor para disputar la Champions-.

El argentino, como en cada derrota, cargó sobre su espalda la responsabilidad de este revés. De hecho, el rosarino corre el riesgo de no cumplir el objetivo fijado a principio de temporada -la clasificación para la Liga de Campeones-.

Lo peor, es que su método, que hizo al Marsella campeón de invierno con un juego muy atractivo, se pone en duda. El buen juego y el estado de gracia de un equipo que fue sexto la pasada temporada duró seis meses de competición, y el equipo del sur de Francia se dirige lenta pero de forma segura hacia la misma posición en la tabla (sexto).

- Los límites del método Bielsa -

Bielsa no puede ignorar que su crédito es menor a medida que el juego del equipo y sus elecciones tácticas no funcionan y son cada vez más rebatibles.

¿Dar prioridad al ataque? El OM muestra una fragilidad defensiva alarmante, que le hizo encajar cinco goles en seis lanzamientos del Lorient -equipo que había marcado solo tres goles en los últimos siete partidos-. Por otra parte, dejó marchar al central brasileño Doria, mientras juega con dos laterales en la zona central de la retaguardia.

¿Pide mucho de sus jugadores? Con muchos jugadores limitados en sus esfuerzos, estos ya no son capaces de realizar la presión agresiva que tanto éxito les dio a principios de temporada, ni capaces de reaccionar tras los goles encajados. Este fue el caso ante Burdeos y Nantes, como si algo se hubiera roto después de la derrota ante el París SG, una derrota que podía entrar en los planes.

Es también el trabajo de un entrenado volver a motivar a sus jugadores para seguir sacando lo mejor de ellos. Marcelo Bielsa, que no habla nunca en francés, parece que no siempre lo consigue. Aún así, Bielsa cuenta con el apoyo de la grada marsellesa, que pitó al equipo y a algunos de sus jugadores en el descanso y al final del partido, pero que no dejaron de entonar el nombre del técnico argentino durante el encuentro.

Pero, a pesar de su popularidad, incluso con jugadores y dirigentes mostrando en público su apoyo al entrenador, Bielsa se sabe frágil por los resultados. “No es lo mismo ser un entrenador que consigue sus objetivos, que uno que no los consigue”, estimó el argentino a mediados de abril. “Los entrenadores sabemos que si no lo conseguimos, hay un precio que pagar”.

- Un verano movido -

Bielsa confirmó haber tenido un encuentro con la propietaria del OM, Margarita Louis-Dreyfus, en la que esta le expresó su deseo de que “continuara” la próxima temporada. ‘El Loco’ Bielsa dijo que esperaría una propuesta concreta.

Con o sin él, la propietaria podría tener que echarse la mano a la cartera y gastar en traspasos. El Marsella necesitará reforzarse no solo por el actual estado de forma del equipo y su falta de profundidad en el banquillo, si no que parece que la salida de jugadores puede ser bastante numerosa.

El ghanés André Ayew, parece encaminado a la Roma, el delantero André-Pierre Gignac, que mira a Rusia y Rod Fanni que abandona el OM. Pero, sin Liga de Campeones, el club podría dejar marchar otros jugadores como los prometedores Florian Thauvin o Benjamin Mendy, e incluso Giannelli Imbula. Parece ser que será un verano bien movido en las oficinas marsellesas.