Armenia recuerda este viernes el centenario del genocidio de 1915 perpetrado por los turcos otomanos, un día después de la canonización de 1,5 millones de víctimas de esta masacre y a pesar de las críticas de Turquía contra el uso del término genocidio.

Los armenios calculan que 1,5 millones de personas murieron de manera sistemática entre 1915 y 1917, en los últimos años del Imperio Otomano, y veinte países, entre ellos Francia y Rusia, reconocieron que se trató de un genocidio.

Turquía rechaza este término y alude, en cambio, a una guerra civil en Anatolia, agravada por una hambruna, en la que murieron entre 300.000 y 500.000 armenios y otros tantos turcos.

Para la ceremonia conmemorativa prevista en el memorial de las víctimas del genocidio en Ereván, se espera la asistencia de cientos de miles de personas, entre ellas, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo francés, François Hollande.

Asimismo, las diásporas armenias celebrarán otros actos de recuerdo de Los Ángeles (oeste de Estados Unidos) a Estocolmo, pasando por París o Beirut.

“Más de un millón de armenios fueron deportados, asesinados, torturados, pero siguieron fieles a Cristo”, subrayó la víspera el jefe de la iglesia armenia, Karekin II, en la ceremonia de canonización, la más importante numéricamente jamás decidida por una iglesia cristiana.

El oficio tuvo lugar a una veintena de kilómetros de Ereván ante un edificio que data del siglo IV considerado como la catedral cristiana más antigua del mundo.

“Las almas de las víctimas del genocidio por fin encontrarán el descanso eterno”, se congratuló Vardouji Shanakian, de 68 años, empleado de los servicios sociales.

Al término de la canonización, se guardó un minuto de silencio y las campanas redoblaron en las iglesias de Armenia, así como en varios templos en Nueva York, Madrid, Berlín, Venecia (noreste de Italia) o París, según la televisión armenia.

Conmemoración en Alemania | AFP

Conmemoración en Alemania | AFP

“Para nosotros, los armenios, es una obligación moral y un derecho recordar a los 1,5 millones de los nuestros que fueron asesinados y a los miles de personas que padecieron privaciones inhumanas”, subrayó por su parte el presidente armenio, Serge Sargsián.

‘Corresponsabilidad’ de Alemania

Aunque Alemania y Austria, aliados del Imperio Otomano en la época, reconocieron el genocidio, el presidente estadounidense, Barack Obama, describió el jueves la masacre de armenios como una “terrible carnicería”, pero evitó este término.

Berlín fue incluso más allá. En una declaración, el presidente alemán, Joachim Gauck, señaló la “corresponsabilidad” alemana en ese crimen atribuido a su aliado otomano durante la Primera Guerra Mundial.

Y, dos días antes del centenario, el parlamento austríaco observó un minuto de silencio para recordar el genocidio, gesto que provocó la ira de Turquía, que denunció un “insulto al pueblo turco contrario a los hechos” y llamó a consultas a su embajador en Viena.

La polémica ocurrió menos de dos semanas después que el papa Francisco se refiriera públicamente al “genocidio” de los armenios y que el Parlamento Europeo pidiera a Ankara que reconociera el término.

En abril de 2014, el actual presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, entonces primer ministro, realizó un gesto inédito al presentar sus condolencias por las víctimas armenias de 1915, aunque negó que se tratara de un exterminio.

El cantante Charles Aznavour, de origen armenio, estimó el jueves en Ereván que Turquía reconocerá “algún día” estas masacres, cuando Ankara se canse de ser señalada con el dedo.