Más de 2.000 personas, en su inmensa mayoría yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), han muerto en Siria en ataques de la coalición internacional liderada por Estados Unidos desde hace siete meses, según el balance de una ONG publicado el jueves.

Un total de “1.922 combatientes del EI, en su mayoría extranjeros, han muerto desde el 23 de septiembre de 2014 en bombardeos y ataques aéreos de la coalición internacional contra las posiciones y sedes del EI, y contra terminales petroleras” en Siria, ha informado el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Los ataques han apuntado a posiciones del grupo extremista en las provincias de Homs, Hama , Alepo, Raqa Hasaké y Deir Ezor.

Noventa combatientes del Frente al Nosra, el brazo sirio de Al Qaida y rival del EI, también han perdido la vida en estos ataques, sobre todo en el norte del país, así como un rebelde islamista que era prisionero del EI.

El balance también incluye 66 civiles sirios, entre ellos 10 niños, precisa la ONG.

Los ataques de la coalición han ayudado a las fuerzas kurdas a expulsar al EI en enero de la localidad de Kobane, en la frontera con Turquía.

La revuelta pacífica lanzada el 15 de marzo de 2011 contra el régimen del presidente sirio Bashar al Asad, reprimida duramente, se ha transformado en una guerra entre rebeldes y las fuerzas gubernamentales.

La guerra en Siria se complicó en 2014, con el auge de los yihadistas, sobre todo los del EI, que controlan regiones del norte y del este del país.

En cuatro años, la guerra en Siria ha causado más de 220.000 muertos y obligado a 11,2 millones de personas a abandonar sus casas.