El recorrido del Dakar-2016, que atravesará Perú, que regresa tras dos ediciones de ausencia, Bolivia y Argentina, será un “cóctel en tres etapas”, aseguró en una entrevista a la AFP el director del rally Etienne Lavigne.

Asimismo, trazó líneas para el retorno de Chile a la competencia en 2016, asegurando que el desierto de Atacama juega un papel clave en la realización de la prueba que se corre en Sudamérica desde 2009.

¿Cómo reaccionó la organización a la renuncia de Chile, uno de los pilares del Dakar sudamericano desde 2009?

R: “Habíamos trabajado con un escenario que implicaba Chile, Perú, Bolivia y Argentina. Desgraciadamente, Chile ha vivido hace unas semanas en la zona del Atacama, que conocemos bien desde hace años, riadas de barro y agua que han devastado muchas infraestructuras y causado muchos dramas. Obviamente, no podían recibirnos en el calendario previsto y, de común acuerdo, hacemos una pausa, somos solidarios”,

¿Han tenido que improvisar sobre la marcha?

R: “Como cada año, prevemos varios escenarios-países. Vamos a consultar a los países que pueden recibir al Dakar si les interesa. Chile tardó mucho en responder y después vivieron esas catástrofes naturales. Por eso hemos reorganizado el recorrido con los países que ya habían dicho que sí: Perú, Bolivia y Argentina”.

Perder el Atacama chileno, ¿es un golpe duro?

R: “El Atacama es el corazón del Dakar sudamericano, muy espectacular, con construcciones de dunas muy diferentes a las que tendremos en Perú. Ha habido bellas batallas allá. Lo vamos a lamentar, seguro, pero la pausa chilena es eso, una pausa”.

Agencia UNO

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¿Cuál será la particularidad de este Dakar-2016?

R: “Es un cóctel en tres etapas. Un Dakar en forma de tríptico geográfico, climatológico y de conducción, extremadamente diferente de un país a otro. Va a exigir una gran sentido de la adaptación a los participantes. En la parte peruana, vamos a bordear el Pacífico partiendo de Lima para descender hacia el sur, en esa gran franja de arena, costera, increíble para la competición, con cordones de dunas que recuerdan los desiertos africanos. Son técnicas de pilotaje y de navegación de rally-raid. Tras 3/4 días de arena, subiremos varios miles de metros, para pasar de cero al altiplano boliviano a 3.600-3.800 metros de altura. Habrá tres días de carrera en altitud con una incidencia en la manera de correr. La respiración se hace dificultosa. Cambiar una rueda se convierte en algo complicado. Estaremos en un pilotaje más clásico, con pistas de tierra y atravesando ríos. Cuando entremos en la parte argentina, estaremos claramente en la hoguera, con pistas sinuosas, rocosas y abruptas. Y acabaremos el 16 de enero en Rosario, que albergó la salida en 2014″.

¿Por qué se ha decidido salir de Perú, como en 2013, y no llegar allá, como en 2012?

R: “La voluntad es cambiar cada año. Los Dakar se suceden, pero no queremos que se repitan. Volver a salir desde Argentina como lo hicimos este año (2015) habría supuesto retomar la misma geografía, el mismo tipo de itinerario. Tratamos de sorprender con un recorrido que cambie”.

¿Qué falta por definir en el trazado de 2016?

R: “¡Todo! Hemos fijado la cartografía, pero queda todo por hacer. Tendremos 13 etapas, quizá un prólogo, para un total de 8.000 a 8.500 km. Es aún pronto para saber si habrá etapas maratón. Nos hace falta encontrar tramos selectivos interesantes, que se puedan encadenar. Cuando hacemos coincidir la motos, los cuadriciclos, los autos y los camiones, no hablamos de las mismas capacidades de velocidad. Hay que encontrar algo que pueda satisfacer a todos los actores”.

¿La idea de un Dakar que recorra toda Sudamérica sigue estando presente?

R: “Sería un bello proyecto. Desde hace tres años pensamos en cómo podríamos hacer una carera que pudiese partir o llegar de Colombia. Recorrer Sudamérica por el lado del Pacífico, por Chile y Argentina. Hemos realizado reconocimientos en Colombia y Ecuador. Nos hemos encontrado gente favorable al proyecto. También ha habido actos políticos significativos, sobre todo el presidente (Juan Manuel) Santos en Colombia. Es un proyecto ambicioso y hace falta una buena combinación entre los astros políticos y el Dakar para que podamos ponerlo en práctica”.