En medio de un acercamiento con Estados Unidos, Cuba inició este jueves la conmemoración del aniversario de la fracasada invasión de Bahía de Cochinos en 1961, la “primera derrota del imperialismo en América Latina”, en cuyo marco Fidel Castro proclamó el carácter socialista de su revolución.

Una salva de cañonazos será disparada desde una fortaleza colonial a orillas del mar en La Habana como parte de las celebraciones, mientras Cuba y Estados Unidos avanzan en sus negociaciones para restablecer lazos diplomáticos y dejar atrás medio siglo de enemistad.

El 17 de abril de 1961, unos 1.400 expedicionarios anticastristas entrenados y armados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos desembarcaron en Playa Girón y Playa Larga, en la Bahía de Cochinos, unos 250 km al sureste de la capital cubana, para derrocar a Castro, quien había llegado al poder un par de años antes y se había alineado con la Unión Soviética.

La invasión fue sofocada al cabo de dos días de combates, que dejaron 161 muertos en las filas revolucionarias y 107 en las anticastristas: 1.189 expedicionarios fueron capturados, cinco de ellos fueron fusilados y nueve condenados a 30 años de prisión, mientras que los demás fueron intercambiados con Washington por 53 millones de dólares en medicinas y alimentos.

Tres meses antes de la invasión, el presidente Dwight Eisenhower había roto relaciones diplomáticas con Cuba y dado las órdenes a la CIA de preparar la invasión. Su sucesor John Kennedy, que asumió en enero de 1961, dio luz verde a la incursión previamente planificada, pero rechazó involucrar a militares estadounidenses.

Pero este 54 aniversario de la invasión tiene un sabor diferente a las celebraciones anteriores. Hace cuatro meses Washington y La Habana sorprendieron al mundo al anunciar su decisión de negociar el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas y el sábado pasado Barack Obama y Raúl Castro sostuvieron el primer encuentro de presidentes de ambos países desde 1956, en el marco de la Cumbre de las Américas en Panamá.

“Yo pensaba que Estados Unidos y Cuba nunca iban a llegar a tener una relación normal, pero felizmente no ha sido así. Ahora estamos buscando una nueva relación, como debe ser entre vecinos”, dijo a la AFP Ramiro Gregorio, operador de caldera en la planta termoeléctrica de Mariel, cerca de La Habana.

“Lo que pasó hace 54 años no tiene nada que ver con lo que está pasado ahora. Soy optimista y siempre pensé que podíamos llegar a este momento”, declaró por su parte Ania Ulloa, jubilada del sector cultural de 75 años.

“No pensé que pudiera llegar este momento, sobre todo por la política de confrontación que hemos vivido tanto tiempo, pero aprobamos esta negociación por el bien de los países”, indicó la contadora Rosa Hernández, de 49 años.

Diversos actos de conmemoración están programados estos días en el poblado de Playa Girón, pero la celebración no alcanzará los niveles de años precedentes, pues Raúl Castro, quien sucedió a su hermano Fidel en 2006, ha bajado el tono del discurso antiestadounidense.

En Playa Girón existe un pequeño museo donde se exhiben aviones, tanques y armamentos usados en 1961 en lo que Fidel Castro llamó la “primera derrota del imperialismo en América Latina”.

Polo turístico

Durante años el Gobierno cubano celebró con pompa esta efeméride, la última vez al cumplirse el 50 aniversario en 2011. Señal de los nuevos tiempos de apertura de la isla comunista al sector privado y la inversión extranjera, la Bahía de Cochinos es hoy un polo turístico.

Las únicas luchas que hoy tienen lugar cerca de las playas y pantanos donde se desarrollaron los combates entre el 17 y el 19 de abril de 1961 las protagonizan turistas estadounidenses y rusos para captar las mejores fotografías de aves, en giras organizadas por una empresa estatal cubana de ecoturismo.

La Bahía se encuentra en la zona de la Ciénaga de Zapata, una región de bosques y manglares declarada por la Unesco Reserva de la Biósfera, que constituye el mayor humedal del Caribe.