Durante la tarde del martes, tras acudir a la Fiscalía de Rancagua, Sergio Bustos, demandante en la arista laboral del caso Caval, entregó declaraciones y se refirió a su relación con los directivos de la empresa de Natalia Compagnon y Mauricio Valero.

Bustos aseguró que desde Caval se ha construido una red de mentiras, posiblemente para eludir los pagos que a él y a otras personas se les adeudarían. Incluso aseguró que hubo falsedades por parte del asesor de la empresa que funcionó como su contacto, Victorino Arrepol, quien en un correo electrónico fue acusado de apuntar a Francisco Vidal como “el gran jefe”.

“Esa es mentira de Arrepol, salió de su cabeza (…) En un momento Victorino Arrepol dijo que el gran jefe era el Tesorero General de la República. Si yo le digo, es un mentiroso”, indicó, agregando que éste si tenía conexiones con el anterior jefe de la Tesorería.

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Explicó además que él no quiso presentar el correo donde se nombraba a Vidal en los tribunales, sino que fue una prueba por parte de Caval.

También aseguró que no conoce ni a Sebastián Dávalos ni a Natalia Compagnon, dejando en claro que su relación con Caval fue a través de Victorino Arrepol.

“Yo al señor Dávalos ni lo conozco, no tengo idea y no lo he visto nunca. (a Natalia Compagnon) no la conozco no la he visto nunca (…) todo lo que yo he dicho ha salido verdad”, afirmó.

Por otra parte, se refirió a la demanda laboral y a la declaración voluntaria que entregó ayer el socio de Natalia Compagnon, el empresario Mauricio Valero, quien reconoció haber trabajado con Bustos, aunque señaló que este sólo realizó gestiones menores.

“Encontré buena la declaración de Valero porque reconoció que yo trabajé con él. Reconoció todo lo que un mes o dos meses antes no reconocía (…) Incluso Arrepol dijo que yo ganaba 4 millones de pesos mensuales, entonces todo lo que yo estoy demandando, están diciendo que es verdad”, dijo.

En la línea de las declaraciones entregadas al ente persecutor, afirmó haber hablado “de todo” con los fiscales, a quienes entregó información de la que “no puede hablar” por ser parte de una carpeta secreta de investigación.

Bustos finalmente aseguró que no ha tenido contacto con personeros de Gobierno que puedan ejercer presión para mantenerlo en silencio, y que no ha pedido protección policial, no ha recibido amenazas ni ha temido por su vida, aunque si confirmó que la fiscalía le facilitó por iniciativa propia dicha protección por algunos días.