Si bien el arrastre de material de los aluviones no tapó la totalidad de los huertos en Atacama, sí dejó una destrucción en infraestructura de riego que, en definitiva, puede significar la pérdida completa de producción y trabajo en fruta de la región de aquí a unas semanas.

Esa fue la realidad que compartió el consejero de Fedefruta y presidente de la Asociación de Productores de Uva de Mesa de Alto del Carmen, Nicolás del Río, con el equipo de la federación.

“Aún no tenemos un catastro de hectáreas perdidas porque el camino hacia el valle de San Félix, por ejemplo, acaba de abrirse, pero el daño más grande es que los parrones que sobrevivieron se quedarán sin riego, porque todos los canales quedaron tapados o destruidos”, informó. “Los canales cerrados quedaron enterrados, y los abiertos se convirtieron en parte del aluvión”.

Por la falta de agua en el desierto, los parrones de la zona dependen absolutamente de los canales y “hay que regarlos independiente que tengan hojas o no”, explicó Del Río. “En producción ocupamos riego tecnificado prácticamente todos los días, mientras en la fase de receso, por lo menos una o dos veces a la semana, para mantener cierto nivel de humedad en un lugar así de seco”.

Y no solo está el factor de la dependencia del riego humano para las plantaciones frutícolas, sino también el del complejo y costoso sistema que debe instalarse en la zona para disponer de agua desde la cordillera. “En el norte se ocupan mucho las elevaciones, instalaciones potentes a la orilla de los ríos que impulsan el agua, las cuales no son fáciles ni baratas de construir, pero sin ellas no es posible regar”.

Llamado y financiamiento tras la catástrofe

En ese contexto, el llamado imperativo para recuperar el riego “es para hoy”, señala el agricultor, “de lo contrario se perderá la producción temprana de uva de mesa y pisquera en Chile, porque el daño a los canales afecta a todos los productores de Atacama”.

Del Río agrega que se necesita maquinaria para volver a encauzar el río en los lugares donde las quebradas lo hayan desplazado, y una ayuda inmediata para recuperar la infraestructura de riego, sea mediante el Ejército en un contexto de estado de excepción, o a través del Sence y una capacitación que le permita a los trabajadores limpiar los canales y recuperar los equipos de riego.

“Lo que está dañado en términos de plantación se puede recuperar con agua, sin importar que esté tapada hasta la mitad. La parra es noble y se va a defender, pero sin riego, ninguna tendrá opción de sobrevivir en las próximas semanas”, puntualizó el productor de uva de mesa del norte.

“Requerimos que las autoridades gubernamentales formen una comisión que trabaje directamente con las asociaciones locales y Fedefruta en busca de algún instrumento financiero que permita a los agricultores afectados optar a un financiamiento acorde a la realidad post catástrofe”, concluyó Del Río por medio de su llamado, haciendo hincapié que la mayoría de los productores de las zonas afectadas viene con una sequía que los tiene con deudas y remates, “para terminar con este desastre. El gobierno a través de Corfo, Indap, la Comisión Nacional de Riego y BancoEstado tiene mucho que aportar para alivianar en forma rápida la nueva realidad financiera con la que terminaron los agricultores del norte”.

Fedefruta en Atacama

El presidente de Fedefruta, Juan Carolus Brown Bauzá viaja hoy a Atacama junto con la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), para ir en ayuda de los fruticultores y trabajadores afectados, escuchar más testimonios, aportar un catastro de daños que sirva para tomar decisiones a nivel central, y a la recuperación de canales de regadío, para que el aluvión no haga desaparecer la fruticultura de Atacama, que solo en uva de mesa emplea a más de 12 mil personas por temporada.

“Quisiera expresar nuestra solidaridad con nuestros coterráneos del norte del país, por el duro episodio que están viviendo producto de las graves consecuencias por el inusual fenómeno climático que ha afectado también a importantes zonas frutícolas, y en especial a los trabajadores que en allí se desempeñan y cuyo futuro aún es incierto”, señaló Brown Bauzá ante la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados. “Haremos todo lo posible como gremio para ayudar a salir adelante a estas personas que, en muchos casos, lo han perdido todo, y es nuestro deber como empresarios devolverles con trabajo lo que esté en nuestro alcance”.

De igual forma, Nicolás del Río (así como otros agricultores) habilitó su campo en Alto del Carmen como albergue para los damnificados de las comunas cercanas, con ayuda del Ejército, las municipalidades y equipo de la Teletón. Asimismo, el dirigente conversó el martes pasado en su localidad con el Ministro de Agricultura, Carlos Furche, para darle a conocer las principales necesidades que deben ser cubiertas en la zona.