El economista Manuel Riesco calificó como “inmoral” el sistema de AFP y señaló que la crisis que vive la política en el país es una oportunidad para que el Gobierno termine con estos abusos.

De cada tres pesos de las cotizaciones previsionales de los chilenos, uno se va a los créditos de capital, otro a los bolsillos de las compañías de seguros y AFP, y sólo el último al pago de pensiones.

Un sistema que fue diseñado para expropiar dinero a los trabajadores y entregárselo a los grandes grupos financieros, sentenció el ingeniero y economista Manuel Riesco, que calificó la situación como “inmoral”.

Riesco indicó que si bien el programa de Gobierno contempla la creación de una AFP estatal y un proyecto para reformar el sistema, hay un estudio que demuestra que cambiando a un sistema de reparto, se rebaja la edad efectiva de jubilación de los chilenos, se duplican las pensiones de 180 a 360 mil pesos, cifra que se reajusta de acuerdo al índice de remuneraciones, sin sacarle un peso más a los trabajadores, hasta a lo menos el 2020.

En medio de los escándalos políticos, ésta es una oportunidad para que el Ejecutivo lidere el punto final a estos abusos, insistió el analista.

El término del sistema de AFP, significa a su vez cortar el subsidio del Estado para pagar pensiones, hoy del orden del billón y medio de pesos, suficiente, por ejemplo indicó Manuel Riesco, para financiar la educación gratuita.