Teatro Municipal de Santiago recuerda a Mozart con su emotiva “Misa de Requiem”

Misa de Requiem
Misa de Requiem
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El tercer concierto de la Temporada 2015 de la Orquesta Filarmónica de Santiago ha sido dedicado a Wolfgang Amadeus Mozart, el célebre e inmortal compositor austríaco, homenaje justificado y solemnizado recientemente por el Festival Fimsa 2015, una muestra de la obra del genio europeo que atrajo el interés del mundo entero.

El concierto de la Filarmónica con la Misa de Requiem en re menor K. 626, repetición de la excelente producción ofrecida ante más de 7 mil personas en el Parque Bicentenario de Vitacura, ha sido un dechado de perfección, en que también se apeló a lo sentimental, dada la ocasión y la importancia del tema y del compositor.

Partamos por la excelente y comprometida dirección de José Luis Domínguez, un conductor sólido y amplio dominador de su partitura y continuemos señalando el profesionalismo, empeño, concentración y respeto evidenciados por los cuatro solistas, la soprano Patricia Cifuentes, la mezzo Evelyn Ramírez, el tenor Gonzalo Tomckowiack y el bajo argentino Christian Peregrino, quienes -nos parece- debieron haber sido ubicados en la parte delantera del escenario y no en la mitad de éste.

El Coro del Municipal, conducido por el maestro Jorge Klastornick, brilló con luces propias y, parte de la calidad de las voces (muy especialmente en el grupo de sopranos, mezzos y contraltos), brindó el cálido aporte emocional a la obra.

En la primera parte del concierto, los espectadores se sorprendieron gratamente, con el prestigio que ha ido adquiriendo para la música chilena, el Requiém de José Luis Domínguez, en memoria del maestro Fernando Rosas, con textos del propio músico desaparecido y de Älvaro Gallegos (traducidos por Verónica Fuentes). Es ésta, una composición de talento superior en que la orquesta Filarmónica no sólo brilló sino que emocionó a los asistentes, incluso al propio director y compositor Domínguez. El coro del Municipal destacó en pleno y los solistas, Patricia Cifuentes y Christian Peregrino, estuvieron a la misma altura de grandeza del resto del elenco.

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El tercer concierto de la Temporada 2015 de la Orquesta Filarmónica de Santiago ha sido dedicado a Wolfgang Amadeus Mozart, el célebre e inmortal compositor austríaco, homenaje justificado y solemnizado recientemente por el Festival Fimsa 2015, una muestra de la obra del genio europeo que atrajo el interés del mundo entero.

El concierto de la Filarmónica con la Misa de Requiem en re menor K. 626, repetición de la excelente producción ofrecida ante más de 7 mil personas en el Parque Bicentenario de Vitacura, ha sido un dechado de perfección, en que también se apeló a lo sentimental, dada la ocasión y la importancia del tema y del compositor.

Partamos por la excelente y comprometida dirección de José Luis Domínguez, un conductor sólido y amplio dominador de su partitura y continuemos señalando el profesionalismo, empeño, concentración y respeto evidenciados por los cuatro solistas, la soprano Patricia Cifuentes, la mezzo Evelyn Ramírez, el tenor Gonzalo Tomckowiack y el bajo argentino Christian Peregrino, quienes -nos parece- debieron haber sido ubicados en la parte delantera del escenario y no en la mitad de éste.

El Coro del Municipal, conducido por el maestro Jorge Klastornick, brilló con luces propias y, parte de la calidad de las voces (muy especialmente en el grupo de sopranos, mezzos y contraltos), brindó el cálido aporte emocional a la obra.

En la primera parte del concierto, los espectadores se sorprendieron gratamente, con el prestigio que ha ido adquiriendo para la música chilena, el Requiém de José Luis Domínguez, en memoria del maestro Fernando Rosas, con textos del propio músico desaparecido y de Älvaro Gallegos (traducidos por Verónica Fuentes). Es ésta, una composición de talento superior en que la orquesta Filarmónica no sólo brilló sino que emocionó a los asistentes, incluso al propio director y compositor Domínguez. El coro del Municipal destacó en pleno y los solistas, Patricia Cifuentes y Christian Peregrino, estuvieron a la misma altura de grandeza del resto del elenco.