Marzo es uno de los meses más agitados del año en el ámbito laboral, durante este periodo los equipos de trabajo se rearman, se aprueban presupuestos e ingresan nuevos proyectos a las empresas. En este contexto, muchos trabajadores toman desafíos laborales y se integran a nuevos equipos de trabajo o a otras empresas.

Nunca es fácil partir en una nueva empresa, el reto es grande y requiere de mucha tranquilidad. No obstante a que se puede ser una persona con mucha experiencia, es normal entrar en un estado de ansiedad y estrés antes de comenzar el trabajo.

Para no inquietarse y responder de buena manera al nuevo desafío las especialistas Magdalena Scepanovic, Jefe de Área Desarrollo de Carrera de Mandomedio, junto a Silvana Moreno, Jefe de Desarrollo Profesional AIEP, nos entregan las siguientes recomendaciones:

Lo que puedes hacer

Días previos. Antes de ingresar al nuevo trabajo se aconseja llegar preparado sobre las funciones generales de la empresa. No es necesario saber el detalle del negocio pero sí tener claro los objetivos. También es bueno descansar y relajarse antes de incorporarse al equipo para así llegar con buena energía al trabajo.

Primer día. Lo primero para partir bien en el nuevo trabajo es llegar a la hora y con una actitud positiva. No deben olvidar llevar un lápiz y un cuaderno para anotar lo importante, sobre todo los nombres de las personas claves con las que se deberá relacionar.

Es importante reunirse con la jefatura para que induzca en las nuevas labores que se tendrán que realizar. Luego de esas reunión, puedes pedirle que te muestre las instalaciones y que te presente a las personas que trabajarán contigo.

“Es bueno aceptar las invitaciones de los compañeros a almorzar o tomar un café, no es bien valorado por el equipo que el primer día de trabajo la persona salga a almorzar por su cuenta. También se aprecia el estar atento y mostrar interés a los consejos de los compañeros y preguntar si hay alguna duda”, recalca Magdalena Scepanovic.

Para los días posteriores. Durante las primeras semanas hay que mantener la comunicación con la jefatura para que se transmita cuél será el rol específico dentro de la empresa y cómo se medirá tu desempeño. Durante el primer mes es importante monitorear si las acciones están alineadas con las planteadas por la jefatura desde el inicio.

En tanto, en el plano del trabajo en equipo, Silvana Moreno, comenta que “hay que dedicarse a conocer a las personas del equipo, sus labores en la empresa y mostrar respeto por lo que han hecho antes de tu llegada. Se pueden hacer sugerencias o aportar ideas constructivas, hay que evitar las críticas que destruyen, pues en el futuro se puede llegar a necesitar apoyo para sacar adelante tus nuevas propuestas”.

Lo que debes evitar

Ambas especialistas señalan que no es conveniente aislarse, no involucrarse con el equipo y mostrase negativo con el trabajo encomendado, la jefatura o el equipo.

Además, no hay que dejar llevarse por los malos comentarios, prejuicios de los trabajadores o apariencias. Hay que darse el tiempo de conocer en profundidad a los compañeros.

Puede pasar que después de unas par de semanas la adaptación haya sido lenta o no como se esperaba, en ese caso se recomienda conversar con la jefatura, si el feje no está accesible se puede recurrir a RRHH o al área que participó de la contratación y exponer tu incomodidad para que en quipo solucionen el problema.