Tres reos murieron este miércoles durante un enfrentamiento a tiros entre presos y guardias, que dejó también 32 heridos en una cárcel del norte de Honduras, informó la Policía.

El portavoz de la Policía Nacional, subcomisario Leonel Sauceda, relató que unos 400 policías y militares ingresaron al centro penal de San Pedro Sula -240 km al norte de la capital- para realizar “controles”, pero los reclusos “lanzaron piedras y otros objetos e hicieron uso de armas de fuego” contra las fuerzas del orden.

Inicialmente, el portavoz indicó que había dos presos muertos y que habían hospitalizado ocho policías y militares heridos más ocho reclusos, pero fuentes del estatal Hospital Mario Catarino Rivas confirmaron posteriormente que uno de los prisioneros ingresados a ese centro murió por disparos en la cabeza.

Horas después, el portavoz de la Fuerza de Seguridad Interior en el norte del país, José Coello, aclaró que tenía una lista 32 heridos, 8 policías y 24 reos.

Sauceda dijo que fuerzas de inteligencia habían detectado que desde la prisión, construida para 1.300 internos pero que alberga a 2.900, algunos dirigentes de pandillas y otras bandas delictivas ordenaban asesinatos y extorsiones en diferentes zonas del país.

Monseñor Rómulo Emiliani, obispo auxiliar de San Pedro Sula, quien intercedió en el incidente, declaró que “por un milagro del Señor no ha habido cien muertos aquí” porque cuando entró “el tiroteo era terrible”.

En una comparecencia ante la prensa después del incidente, el presidente Juan Orlando Hernández advirtió que las cárceles de Honduras han sido “escuelas del crimen (…) controladas por los mismos reclusos” que “dirigen bandas de asesinatos y extorsiones” en el exterior, pero “eso no va a seguir ocurriendo”.

Después aterrizaron en las cercanías de la cárcel dos helicópteros que trasladaron a ocho cabecillas de las pandillas 18, Mara Salvatrucha (MS-13) y “Paisas” hacia la Penitenciaría Nacional (PN), situada 20 km al norte de la capital.

“Queremos un control sobre estos criminales”, dijo a medios locales el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, tras anunciar que 50 líderes de bandas de esa cárcel de San Pedro Sula serán trasladados a otras prisiones.

Desde que asumió el 27 de enero de 2014 el presidente Hernández emprende una ofensiva contra la delincuencia para disminuir la tasa de homicidios, que en 2014 alcanzó 66 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional.

En las 24 cárceles de Honduras hay cerca de 14.500 presos, a pesar de que fueron construidas para unos 8.500.

En 2004 murieron en la cárcel de San Pedro Sula 107 reclusos en un incendio, pero la peor tragedia en una prisión hondureña ocurrió en 2012 en Comayagua, 80 km al norte de la capital, donde en otro incendio perecieron 360 presos y una mujer que estaba de visita.