Los diputados británicos votaron el miércoles a favor de una ley antiesclavitud que obligará a las empresas a una mayor transparencia sobre sus proveedores y es la primera de este tipo en Europa.

Las medidas previstas por el proyecto de ley bautizado “esclavitud moderna” incluyen la pena de cadena perpetua para los delitos ligados a la esclavitud y la creación de un comisario antiesclavitud para coordinar la aplicación de la ley.

Según estadísticas oficiales, 13.000 personas trabajan en condiciones de esclavitud en Gran Bretaña en sectores como la prostitución, el trabajo a domicilio, la agricultura o la pesca.

La mayoría de las personas presentadas a las autoridades británicas como víctimas potenciales de tráfico de seres humanos eran de Albania, país al que siguen Nigeria, Vietnam, Rumanía y Eslovaquia.

Los parlamentarios deben examinar aún una serie de enmiendas los próximos días antes de que el proyecto de ley obtenga el asentimiento real de Isabel II, una formalidad constitucional que debería dar fuerza de ley al texto este mismo mes.