En la Alianza aún no están conformes con la respuesta que han tenido por el caso Caval, tanto los principales involucrados, Sebastián Dávalos y su esposa, como el propio gobierno y el oficialismo.

Tras conocerse la renuncia al Partido Socialista de Dávalos Bachelet y su esposa Natalia Compagnon, el diputado de la UDI, Gustavo Hasbún, afirmó que “es súper fácil renunciar a un partido político después de tener 3 mil millones de pesos en el bolsillo“, en referencia a las ganancias que obtuvo la empresa Caval, gracias al cuestionado préstamo del Banco de Chile.

A su juicio, esta acción sólo busca “descomprimir el conflicto que se está viviendo por el enriquecimiento ilícito del señor Dávalos y su señora”.

Por otro lado, Hasbún dijo que esta renuncia no significa una presión para su colectividad, por los militantes involucrados en el caso Penta, pues a su juicio solo se trataría de irregularidades por financiamiento de campañas y no de enriquecimiento personal, como lo es el caso de Dávalos, dijo el parlamentario.

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Por su parte, el diputado de RN, José Manuel Edwards, señaló que esto no es una acción suficiente y emplazó a la presidenta Bachelet a pedir disculpas públicas por antecedentes que debieron ser conocidos por ella con anticipación.

“Así como la UDI, nuestro partido aliado, pidió perdón, sería muy importante que la presidenta Bachelet también pida perdón, perdón por la incoherencia que supone hablar de igualdad permitiendo que ocurra un caso como en el que está involucrado su hijo, sin revertirlo y sin tomar ninguna medida, ni dar ninguna declaración de su opinión acerca de cómo se gestó el negocio”, apuntó Edwards.

En la carta presentada al partido, Dávalos expresó que “con esta acción espero que nadie pueda aprovechar las circunstancias para enlodar una historia digna de lucha por Chile y su gente”, detallando que la renuncia de él y su esposa es voluntaria.