El regreso a clases marca el real inicio del año. Si bien este proceso es natural para muchos niños, jóvenes y padres, para otros es un proceso tedioso, lleno de nerviosismo y genera reticencia.

“Es importante recordar que son los adultos quienes tienen la responsabilidad que este proceso de adaptación sea positivo para ellos”, subraya Melania Barrios Mac-Clure, coordinadora del Centro de Potenciación de Aprendizajes, Escuela de Psicopedagogía de la Universidad Andrés Bello (UNAB). Para apoyar a los estudiantes en su regreso la académica entre las siguientes recomendaciones.

¿Cómo podemos apoyar a nuestros hijos en este proceso?

1. Debemos transmitir lo entretenido y motivante que es volver a clases haciéndolos participes de las compras de los uniformes, útiles, marcando y forrando cuadernos y recordándoles que se van a reencontrar con sus amigos. En el caso que vayan a un colegio nuevo es recomendable bajar la ansiedad de los niños, yendo días antes a conocer su sala, ingresar a la página web del colegio y preguntar dónde están los baños, entre otros.

2. Es importante recuperar las rutinas de horario escolar, ya que durante las vacaciones muchos niños se acuestan y despiertan a distintas horas. Por tanto lo ideal es que vayamos acomodando el horario lo más parecido posible a lo que será cuando entre al colegio, tanto en la mañana como en la noche. Una recomendación es hacer actividades durante la mañana con los niños, por ejemplo que los acompañen a hacer trámites o llevarlos al supermercado. También es positivo preparar días antes la mochila y el uniforme para que esto los motive a querer usarlos el primer día.

3. Respecto a la televisión, preocupémonos de ir limitando poco a poco la cantidad de hora frente al televisor para que no sea un cambio brusco.

4. Planificar las colaciones “sanas” para niños y adolescentes. Es bueno fomentar las frutas, el agua, jugos naturales y frutos secos, entre otros. Es muy útil planificar qué colación se llevará cada día en un calendario que pueden pegar en el refrigerador y determinar, por ejemplo, el día de los lácteos, fruta o verdura, cereales, pan, galletas, frutos secos y otros. Una buena colación ayuda al bienestar, rendimiento intelectual y cognitivo de nuestros hijos.

5. Conversar acerca de las cosas positivas del año anterior, para resaltarlas y establecer propósitos y metas como padres y ellos como hijos para este nuevo año. Podrían elaborar una lista con lo que nos gustaría hacer en lo académico, deportivo y relaciones sociales y, como papás, priorizar y comprometerse a participar de las actividades más importantes para nuestros hijos.

Es buen momento para aprovechar de hablar sobre los temores que puedan tener respecto a alguna asignatura o docente y minimizar sus ansiedades frente a esto. Es importante no recordar los errores del año anterior, ya que les generamos ansiedad y una mala predisposiciones. Es aconsejable hablar del colegio con los niños siempre y no solo cuando les va mal.

6. Finalmente, no podemos olvidar la relevancia que tiene la participación activa de los padres en el proceso de enseñanza aprendizaje de sus hijos durante todo el año. Esto genera niños seguros y comprometidos con el proceso y padres felices y orgullosos de cada etapa vivida por sus hijos.