El diseñador británico John Galliano volvió este lunes en Londres a las pasarelas tras su despido de la casa francesa Dior en 2011 por haber lanzado insultos antisemitas borracho en un café de París.

Arropado por celebridades como la modelo británica Kate Moss, el desfile de este lunes para la casa belga Maison Martin Margiela fue el primero de Galliano —nacido en Gibraltar de madre española y crecido en Londres— desde que fue filmado por unos vecinos de mesa del bar profiriendo los insultos, hace casi cuatro años.

Al desfile asistió también la poderosa y legendaria directora de la revista Vogue US, Anna Wintour, que este diciembre ya apareció en un acto público en Londres con un vestido de Galliano, y Manolo Blahnik, el diseñador de zapatos español.

El diseñador de 54 años salió muy brevemente a la pasarela a dar las gracias al término del desfile.

“Siento una emoción increíble, hubiera podido llorar, los vestidos eran hermosos, lo que ha hecho es increíble”, dijo Renzo Rosso, el patrón de Margiela.

“Estuvo muy bien hecho, nos recordó lo talentoso que es”, estimó Natalie Massenet, presidenta del Consejo de la moda británico, “fue puro John”.

Margiela anunció en diciembre que la presentación de la colección sería en Londres y no en París, como se había previsto inicialmente.

La decisión se tomó antes de que la capital francesa viviera los traumáticos acontecimientos de las matanzas en la revista Charlie Hebdo y en un supermercado judío.

El desfile tuvo lugar a la “hora del té”, en un edificio moderno del centro de la capital británica.

El diseñador cree que algunos no le “perdonarán nunca” lo ocurrido, pero se defiende afirmando que ya no bebe y que ha presentado sus disculpas en numerosas ocasiones, negando ser racista o antisemita.

En octubre, la noticia de la elección de Galliano por Margiela puso fin a semanas de rumores sobre el regreso del modisto que reinventó la imagen de Dior durante los 15 años en los que trabajó para la marca francesa.

Después de tres años y medio de marginación, Renzo Rosso, el presidente del grupo OTB (Only the Brave), que además de Margiela tiene Diesel, Marni y Viktor&Rolf, celebró la llegada de “un diseñador único y excepcional en el seno de una casa que siempre ha innovado y sacudido el mundo de la moda”.

Un mundo con poca memoria

La decisión de la marca belga no sólo suscitó preguntas sobre la necesidad o no de perdonar a Galliano, sino que también sorprendió por el contraste entre el minimalismo que la caracteriza con la extravagancia de las creaciones del modisto británico.

Además, el perfil mediático del creador se aleja mucho de la cultura del anonimato que imperó en la marca dirigida por el modisto belga Martin Margiela entre 1988 y 2009.

“Del lado de Margiela, siempre hubo una valoración del lado banal de la ropa, del detalle que generalmente no se valora, la arruga, los forros… Mientras que en Galliano hay una exageración de la grandiosidad”, estimó la historiadora de la moda Lydia Kamitsis, a preguntas de AFP.

Sin embargo, Kamitsis encuentra puntos en común entre Margiela y Galliano: “el valor del ‘hecho a mano’, el apego al detalle, el análisis de la historia” .

“Independientemente del golpe mediático, creo que Renzo Rosso vio bien estas similitudes”, agregó Kamitsis.

El desfile podría ser el principio de la plena reintegración de Galliano en la moda.

“El mundo de la moda tiene poca memoria, adora lo que detestó, detesta lo que adoraba, tanto mata como hace nacer, es un mundo muy cínico y muy volátil”, sentenció Lydia Kamitsis.

ElPais.com

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