Al norte de Copiapó, específicamente en el sector de Hacienda Toledo se encuentra el Cerro Bramador, un lugar lleno de historia y misterios que despiertan la curiosidad de los visitantes.

Este atractivo natural, que se ubica frente al Cerro Imán y al sector de Chamonate, queda a 10 minutos de Copiapó, y se puede llegar a él en vehículo, bus o ciclovía.

Además de su imponente belleza, el Cerro Bramador llama particularmente la atención de residentes y turistas por emitir un misterioso sonido, similar al de un palo de agua.

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“Esta relajante resonancia ha sido uno de los mayores y menos entendidos acertijos de la naturaleza por muchos años, y por esta razón se han hablado y creado teorías de porqué brama el cerro. La investigación más antigua es de Charles Darwin. En su viaje por Sudamérica dejó una nota de este fenómeno en su libro de viaje al pasar por Copiapó, donde menciona que es posible que el fenómeno se produzca por la fricción de partículas”, explica el portal de turismo del Gobierno, Chile es Tuyo.

Según señala este sitio, el curioso fenómeno recibe diversos nombres, entre los que destacan: arenas musicales, tambor de arena, arenas melodiosas, arenas que ladran, arenas sonoras, arenas que aúllan, arenas silbantes y arenas cantarinas.

De acuerdo a El Diario de Atacama, los habitantes de la zona han dado diversas explicaciones al fenómeno, que van desde lo mundano a lo paranormal. “Los ciudadanos más antiguos contaban que había un león debajo del cerro, el que tenía como misión defender un tesoro de oro; otros cuentan que hay cavernas y entraría viento, el que silbaría en los socavones haciendo retumbar el cerro. También se menciona la existencia de ríos subterráneos, mientras que otra explicación señala que la magnetita (principal mineral extraído en el sector) tendría la capacidad de atraer y repeler los granos, lo que originaria el sonido”, revelan.

Pero la hipótesis más creíble hasta ahora señala que el origen estaría en un fenómeno físico que ocurre cuando los granos de arena se separan, produciéndose una vibración que genera un sonido constante.

Según explican en el portal oficial de la Sociedad Geológica de Chile, en el flanco occidental y casi en la cumbre del cerro, “se encuentra una duna de pequeñas dimensiones, de arenas pardas, finas, de buena selección y buen redondeamiento. La particularidad que tienen estas arenas es que cuando se las perturba al caminar, emiten un bramido -de ahí el nombre del cerro-, el que se mantiene hasta el momento en que las partículas se detienen”.

“Este fenómeno sólo se da en arenas cuyos granos tienen ciertas características, como su alta esfericidad y buen redondeamiento, que al avanzar como avalancha tienden a sincronizan sus movimientos, provocando frecuencias audibles (70-105Hz) más varios harmónicos altos”, señala la entidad, pero aclara que no todo está zanjado y que la situación “sigue siendo tema en investigación”.

Cabe destacar que este fenómeno también ocurre en “El Punto del Diablo”, otro mítico lugar de la Región de Atacama.