La OSCE, encargada de velar por el cumplimiento de la tregua entre Kiev y los separatistas prorrusos, informó el jueves que fue blanco de disparos en el este de Ucrania.

Más de un millar de personas han muerto desde la entrada en vigor de un alto el fuego entre ambas partes que ha sido muy poco respetado.

El vicepresidente estadounidense Joe Biden llegó el jueves a Kiev para una visita en la que abordará el tema de un eventual suministro por Estados Unidos de medios militares no letales suplementarios para las fuerzas ucranianas.

Biden debe entrevistarse con el presidente Petro Poroshenko y el primer ministro Arseni Yatseniuk.

La visita coincide con el primer aniversario del comienzo de las manifestaciones en la plaza Maidan que desembocaron en el derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich, aliado de Rusia, país que reaccionó anexando Crimea, dando lugar al conflicto en el este del país.

El incidente con los observadores de la OSCE, que no causó víctimas, se produjo el miércoles en una zona bajo control del ejército ucraniano a 15 km al oeste de Donetsk, bastión de los separatistas prorrusos, indicó la organización.

Es la primera vez que los observadores fueron blanco de disparos deliberados en el conflicto, dijo a la AFP Michael Bociurkiw, portavoz de la misión de observación especial en Ucrania.

Bociurkiw no pudo precisar el origen de los disparos.

“Quisiéramos ir hasta el fondo de este caso”, dijo este responsable, que reafirmó que los observadores necesitan “un acceso seguro y sin obstáculos” a las zonas de combate.

Según la OSCE, dos vehículos de la organización se dirigían a Donetsk cuando al acercarse a un camión que transportaba “una caja de madera verde” recibieron disparos efectuados por uno de los dos hombres que iban en él.

“Uno de los soldados se levantó y realizó dos disparos contra el convoy de la OSCE. Las balas pasaron a unos dos metros del segundo vehículo de la OSCE”, afirmó la organización en su informe diario. 

“Ante la preocupación por la seguridad, la SMM (misión de observación especial en Ucrania) abandonó la zona inmediatamente”.

El ejército ucraniano acusó a los separatista de haber maquillado un camión con el objetivo de imputar la responsabilidad de los disparos a las tropas leales al gobierno.

Actualmente, la OSCE dispone de 272 observadores en Ucrania que se desplazan en vehículos blindados claramente identificados.

La misión de los observadores consiste en supervisar el alto el fuego firmado el 5 de septiembre pasado por el ejército ucraniano y los separatistas, un acuerdo que prácticamente no se respeta desde hace semanas.

Desde el inicio de la tregua murieron 957 personas en la región, o sea un promedio de 13 bajas por día, informó el jueves en Ginebra el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Desde el inicio del conflicto en abril pasado ya murieron más de 4.300 personas.

El jueves, los rebeldes anunciaron un muerto y tres heridos en sus filas y el ejército ucraniano daba cuenta de seis heridos.

En la región de Lugansk, otro bastión separatista, una enfermera de 58 años murió y otro civil resultó herido en el bombardeo de un pueblo, anunció un portavoz de las autoridades regionales.

La OSCE ha sido cuestionada por ambas partes. Rusia, que apoya militarmente a los separatistas, según los occidentales, acusó a los observadores de apoyar al gobierno ucraniano informándolo de los movimientos de las tropas rebeldes u omitiendo de mencionar las violaciones de la tregua por parte del ejército.

El gobierno ucraniano por su parte acusa a la OSCE de haber revelado las posiciones de sus tropas en varias ocasiones.

Por otro lado, los países de la OTAN detectaron en lo que va de año 400 vuelos de aparatos rusos cerca del territorio de la Alianza, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, “o sea un 50% más que el año pasado”.