El país está siendo observado y el diagnóstico internacional respecto de lo que ocurre en él no es favorable. The Economist, Financial Times, El Mundo, la Fundación Konrad Adenauer e incluso funcionarios de la OCDE han expresado juicios severos sobre la conducción política del Gobierno.
A juicio de Alberto Mayol, eso responde a que el supuesto progreso chileno (asociado a los indicadores que se podían exhibir) no era tal; y que faltó por tanto la capacidad para interpretar correctamente esos datos y para detectar problemas que no son recientes.
En la misma línea, ME-O afirma que “tenemos una crisis institucional” pero al mismo tiempo, hace notar que los cambios que se proponen no solo son necesarios, sino que son avalados por la comunidad internacional no en la forma concreta de implementarlos, sino en su raigambre ideológica.
Los conflictos internos tampoco parecen ser menores. La semana pasada, Jorge Pizarro afirmó que la DC no aceptaría que su Presidente fuera insultado gratuitamente; un gesto inédito, considerando que el Senador que asume la defensa de la directiva es uno de los que ha liderado la oposición dentro del partido.
Una vez más en la historia de Chile, la Democracia Cristiana se encuentra en posición de marcar el rumbo del país, porque a pesar de haberse debilitado en los últimos años, sigue siendo (a juicio de MEO) determinante para la conformación de una mayoría dentro del pacto programático que llevó a Bachelet a la Presidencia. Según Mayol, ese poder será utilizado en vistas al mantenimiento del statu quo, pero puede ser que “como es tradición la DC hará una parafernalia para llegar a nada”, dijo Teresa Marinovic.
En un acalorado programa, debaten en el panel de hoy, Axel Kaiser, Marco Enríquez-Ominami y Alberto Mayol. Conduce, Teresa Marinovic.
