Cortes eléctricos, supresión de trayectos en tren y en autobús: Ucrania multiplica las medidas para asfixiar Crimea, la península incorporada a Rusia desde marzo pero muy dependiente de Kiev, cuando se mantienen negociaciones sobre el futuro del este separatista prorruso.

Los habitantes de Crimea calificaron de “viernes negro” el 26 de diciembre, día en que volvieron a cortarles la luz y Kiev suspendió todas las comunicaciones ferroviarias y en autobús con la península.

La mayoría de los 2,3 millones de habitantes de esta península del Mar Negro solo podrá alcanzar Ucrania en coche y Rusia a través de un ferry, ya que Rusia detuvo sus trenes hacia Crimea por culpa de una demanda insuficiente.

Las aerolíneas rusas que mantienen vuelos regulares hacia la capital de Crimea, Simferopol, se ven afectadas por sanciones decretadas por la Unión Europea.

“UNA PESADILLA”

Contactada por la AFP, la empresa Krymenergo encargada del suministro eléctrico anunció este sábado que los cortes se producirán con frecuencia entre las 08H00 y las 17H00 a partir del 12 de enero.

“Ucrania provee 400 megavatios por día frente a los 1.000 necesarios”, indicó un responsable del grupo.

Para empeorar aún más la situación, las empresas norteamericanas de sistemas de pago Visa y Mastercard anunciaron el viernes que detendrán la emisión y el servicio de sus tarjetas en Crimea en el marco de unas sanciones estadounidenses contra la península anexionada por Moscú.

“Esto es una pesadilla, sigo siendo ciudadana ucraniana y no tengo calefacción, ni electricidad. ¿Por qué no lo hizo Ucrania en marzo, antes del referéndum [de independencia], para que todos esos idiotas que votaron a favor supieran lo que estaban eligiendo?”, se indigna Arzy Kaibullaieva, de 49 años.

Para la jubilada Elvira Filipova, de 70 años, Ucrania mostró “su cara fascista” al intentar “intimidar de esta forma a los habitantes de Crimea”.

Asegura, además, que esas medidas no tendrán efecto sobre ella: “Yo no tengo intención de ir a Ucrania y no utilizo ninguna tarjeta bancaria”.

UNA VENTAJA EN LAS NEGOCIACIONES CON MOSCÚ

Para el dirigente de Crimea, Serguei Axionov, la explicación de este bloqueo es sencilla en la medida en que la península depende en gran medida de Ucrania para su abastecimiento en agua, electricidad y productos alimentarios.

“Los ucranianos quieren utilizar esa ventaja en las negociaciones con Rusia para conseguir concesiones políticas y económicas”, declaró a la prensa este sábado.

El experto ucraniano Olexandre Souchko del Instituto para la Cooperación Euroatlántica opina lo mismo.

“Ucrania armonizó así sus sanciones [con las sanciones occidentales], pero también se trata, sin lugar a dudas, de una medida política que busca subrayar la dependencia de Crimea respecto a la Ucrania continental”, dijo a la AFP.

“Kiev presiona de esta forma a las autoridades autoproclamadas de Crimea y a Moscú”, añadió.

La primera consecuencia no tardó en llegar: Moscú anunció este sábado su decisión de retomar las entregas de carbón “con precios preferentes” a Ucrania. El mineral escasea en el país, ya que se produce en la cuenca minera de Donbass, en el este, donde el ejército ucraniano se enfrenta a los separatistas prorrusos.

Para Velentin Zelminaski, director de los programas energéticos en la Academia Ucraniana de las Ciencias, “las entregas de carbón ruso solo son una solución a corto plazo”.

“Ucrania debe solucionar el conflicto en el este, si no el precio de la electricidad producida con el carbón será exorbitante”.

El bloqueo de Crimea llega al tiempo en que las conversaciones de Minsk entre el gobierno de Ucrania y los rebeldes del este, que se habían reanudado el miércoles, se encuentran de nuevo en un callejón sin salida.

Una de las principales exigencias de los rebeldes es que Ucrania vuelva a financiar las zonas bajo control rebelde, algo que dejó de hacer a mediados de noviembre, en represalia por la celebración de elecciones separatistas en el este. Kiev exige que se anulen esos comicios.