El Ejército de Colombia informó este lunes que el soldado desaparecido en el oeste de Colombia tras combates con las FARC el viernes, en vísperas de la tregua iniciada por esa guerrilla, se encuentra en poder de los rebeldes.

“En desarrollo de operaciones militares ofensivas contra la quinta comisión de la columna móvil Jacobo Arenas del Sexto frente de las FARC, (…) el soldado profesional Carlos Becerra Ojeda resultó secuestrado por este grupo terrorista”, señaló el Comando del Ejército Nacional en un comunicado.

El militar sobrevivió al ataque del viernes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la vereda El Carmen, zona rural del municipio Santander de Quilichao, departamento del Norte del Cauca, ocurrido horas antes de que esa guerrilla comunista iniciara un cese al fuego unilateral e indefinido.

Además de los cinco soldados muertos, otros cinco uniformados resultaron heridos y uno permanecía desaparecido, hasta que el Ejército confirmó que está en poder del primer grupo insurgente de Colombia, con unos 8.000 combatientes, según cifras oficiales.

La entidad anunció que realiza labores de búsqueda y rescate de Becerra Ojeda.

“Se han desplegado todas las acciones necesarias para dar con el paradero del militar, las cuales se desarrollarán hasta que se logre su libertad”, añadió el texto.

Las FARC y el gobierno colombiano llevan adelante desde noviembre de 2012 negociaciones de paz que tienen lugar en La Habana sin un cese del fuego bilateral en Colombia, pues la administración de Juan Manuel Santos argumenta que la guerrilla lo usaría para fortalecerse.

Sin embargo, el pasado 20 de diciembre, la guerrilla inició un alto unilateral de las hostilidades por tiempo indefinido, condicionada a que las “estructuras guerrilleras” no sean “objeto de ataques por parte de la fuerza pública”, según el comunicado que anunció la decisión.

Colombia vive un conflicto armado desde hace más de medio siglo, en el que han participado guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y narcotraficantes y que ha dejado 220.000 muertos y unos 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.